
Si bien La tierra de los muertos era divertida y tan ácida como siempre, no estaba a la altura de sus anteriores películas de cadáveres comegente: la fundacional La noche de los muertos vivos, Dawn of the dead (que acá se estrenó en video como Muertos vivos: la batalla final y tuvo una excelente remake, El amanecer de los muertos) y El día de los muertos.
En El diario..., Romero vuelve a las fuentes, al principio del fin, en una historia contada desde cámaras digitales de un grupo de estudiantes de cine. La idea es los muchachos: subir la info a la web, donde el documental es visto por miles y miles (Una cosa queda clara: aunque los muertos se levanten de las tumbas, la gente seguirá frente a la compu). Por supuesto, hay sangre, tripas, desesperación y comentario social propio del director. En La noche... el tema implícito era el racismo; en Dawn..., la fiebre consumista; en El día..., el militarismo furioso (y en tiempos de Reagan); en La tierra..., la diferencia de clases. Ahora el tema es el poder de los medios de comunicación, principalmente Internet.
Un detalle curioso: en 2006 se conoció Zombies diaries. Esta película de bajo presupuesto, oriunda de Inglaterra, contaba una historia similar y con el mismo recurso de los personajes filmando todo. Sin embargo, la obra de Romero es superior por esos detalles dignos de un genio.
En síntesis, El diario de los muertos es una joya para no dejar pasar.