jueves, 31 de julio de 2008

Diccionario Luthier

¿Quién no agonizó de risa con los Les Luthiers? Además de realizar shows teatrales, los tipos dieron a conocer un diccionario digno de ellos, que suele circular vía mail. Les paso algunos términos con sus respectivas definiciones.

INESTABLE: Mesa norteamericana de Inés.

ENVERGADURA: Lugar de la anatomía humana en dónde se colocan los condones.

ONDEANDO: Onde estoy.

CAMARÓN: Aparato enorme que saca fotos.

DECIMAL: Pronunciar equivocadamente.

BECERRO: Que ve u observa una loma o colina.

BERMUDAS: Observar a las que no hablan.

TELEPATÍA: aparato de TV para la hermana de mi mamá.

TELÓN: Tela de 50 metros... o más.

ANÓMALO: Hemorroides.

BERRO: Bastor Alemán.

BARBARISMO: Colección exagerada de muñecas barbie.

POLINESIA: Mujer Policía que no se entera de nada.

CHINCHILLA: Auchenchia de un lugar para chentarche.

DIADEMAS: Veintinueve de febrero.

DILEMAS: Háblale más.

MANIFIESTA: Juerga de cacahuetes.

MEOLLO: Me escucho.

TOTOPO: Mamamífero ciciciego dede pepelo nenegro que cocome frifrijoles.

ATIBORRARTE: Desaparecerte.

CACAREO: Excremento del preso.

CACHIVACHE: Pequeño hoyo en el pavimento que está a punto de convertirse en vache.

ELECCIÓN: Lo que expelimenta un oliental al vel una película polno.

ENDOSCOPIO: Me preparo para todos los exámenes excepto para dos.

NITRATO: Ni lo intento.

NUEVAMENTE: Cerebro sin usar.

TALENTO: No tan rápido.

ESGUINCE: Uno más gatorce.

ESMALTE: Ni lune ni miélcole.

SORPRENDIDA: Monja en llamas

sábado, 26 de julio de 2008

Batman: el caballero de la noche

Era la película más esperada del año. No sabía cómo hacer para bajar las expectativas. Batman inicia era excelente, pero estaba demasiado seguro de que El caballero de la noche redefiniría el concepto de genialidad.
Y no me defraudó.

Domingo 20 de julio.
Un Día del Amigo que sería histórico. Moría de ganas por ver la película. Como no tenía ganas de ir solo, decidí invitar a un amigo. En este caso, al gran Darío Díaz, con quien no me veo seguido. De hecho, antes de aquel día nos encontramos dos veces en tres años. En esas reuniones se portó de lo mejor conmigo, y me dije: “Debo recompensarlo”. Así que fuimos al Cinemark de Puerto Madero, sala 5, función de las 16:30. No, no somos de curtir esa clase de ambientes, pero nos quedaba bien. Quienes concurrieron a las salas de la mencionada cadena de cines saben que las pantallas no son demasiado grandes, pero Darío y yo pudimos ubicarnos bien adelante y en el centro, de manera que teníamos una vista envidiable.
Tras la tanda de avances (el más demente fue el de Black Sheep. ¡Buenísimo que la estrenen!), empieza la película.

No soy consumidor de comics. Los pocos que leí no eran precisamente de superhéroes, sino Hellblazer (en el que se basaron para Constantine, con Keanu Reeves), Sandman y viñetas del supremo Bernie Wrightson.
Sin embargo, eso no me impide disfrutar de películas basadas en historietas: las sagas de X-men y de El hombre araña, la subvalorada Hulk de Ang Lee, la injustamente maltratada El castigador, protagonizada por Thomas Jane y John Travolta. Iron Man...
Como a la mayoría de los mencionados colosos, a Batman lo conocí más por el cine y la televisión que por el noveno arte. Un personaje que tuve enfoques muy diferentes. Imposible olvidar la serie setentosa, un delirio psicodélico bastante simpático. Pero el Encapotado se volvió más familiar para las nuevas generaciones mediante las piezas góticas de Tim Burton. Batman está bien. En su momento era la película, pero no soportó el paso del tiempo. Batman vuelve la supera, seguramente porque se nota mucho más la mano del director de El gran pez. Eso sí, ¿Michael Keaton como el Hombre murciélago? Nunca se entenderá.
Luego vino Joel Schumacher con su delirio psicodélico nada simpático y cagó la fruta. Okey, Batman eternamente zafa, en gran parte gracias a Jim Carrey. De Batman y Robin sólo vi los primeros quince o veinte minutos.
¡Uy, cómo me colgué, carajo! Ya dije que Batman inicia me encanta, así que pasemos a la peli que nos ocupa.

Robos de bancos, mafiosos queriendo adueñarse de las calles, corrupción policial, asesinatos a sangre fría... Ciudad Gótica es el mismísimo Gehena (el Infierno, bah). Sólo uno pocos se mantienen incorruptibles: el teniente Jim Gordon (Gary “ya no sobreactúo más” Oldman), el fiscal Harvey Dent (Aaron Ekhart) y Bruce Wayne (Christian Bale), claro que en su faceta de justiciero enmascarado. Los tres pretenden encarcelar a la mugre humana que contamina la ciudad y restablecer el orden. Pero en ese precioso momento hace acto de presencia un personaje amoral, sanguinario, carismático, portador de una eterna sonrisa gracias a heridas en la boca. Un individuo que –cuchillo en mano- no se cansa de preguntar: “Why so serious?”.
Quienes la compararon con el cine de Scorsese y de Michael Mann no se equivocaban. Es un policial bien duro, pero con Batman y el Guasón.
Y el resultado es... es... ¿Supremo? ¿Irresistible? ¿Brutal? No, los adjetivos no alcanzan.
Alabado sea Christopher Nolan. Desde Following, su ultra independiente ópera primera, este director inglés no deja de entregarnos films sombríos, complejos, obsesivos, impredecibles, plagados de saltos temporales y protagonizados por antihéroes que tocan fondo para luego redimirse. Aun cuando pasó a filmar superproducciones de Hollywood, jamás dejó de lado ni las historias ni los personajes (si no, se llamaría George Lucas). En Batman: el caballero... tira la carnicería entera al asador y logra su obra cumbre, sin dudas. ¡Gracias por darle al Encapotado un enfoque tan crudo y realista!
En cuanto a los actores, todos exactos. Christian Bale empezó a caerme bien desde El maquinista y ahora, ya consagrado como el mejor y más introspectivo Batman, lo considero uno de los grandes. Maggie Gyllenhaal reemplaza a Katie Holmes en el papel de Rachel Dawes, y, como dicen todos, le calza mejor. ¿Y qué puedo agregar sobre Michael Caine, Morgan Freeman, Aaron Ekhart y Gary Oldman? Hasta aparecen actores más de culto, como Eric Roberts y Anthony Michael Hall.
Y sí, es imposible no dedicarle un párrafo a Heath Ledger. Un actorazo al que siempre admiré. El Guasón que supo componer Jack Nicholson era más un payaso criminal, sólo admirado por los fanáticos del viejo Jack (no es mi caso). Pero el Joker ideado por Nolan y Ledger es, dicho de manera educada, EL MÁS DEPRAVADO HIJO DE MIL PUTAS. Un asesino psicópata capaz de secuestrar a una niña para violarla, arrancarle los ojos, hacérselos masticar y tragar, violarla otra vez y rociarla con ácido. Aclaro que nada de esto pasa en la película, eh (pero no falta mucho. Eso sí: otro personaje de la película pretende dañar a un chico). ¿Por qué te tuviste que morir, Heath? ¡Es la actuación de tu carrera! ¡Te apoderás de cada fotograma! Ah, mandale saludos a James Dean y a Brandon Lee.
Resulta tentador contar detalles de la película, pero no quiero estropearles la vida a quienes aún no la vieron. ¿Quedó alguien sin hacerlo, eh?

“Una de las mejores películas que vi en mi vida”, le dije a Darío apenas comenzaron los créditos finales. A él también le fascinó. Y no pudimos dejar de hablar al respecto en todo el camino rumbo a la parada del 74, colectivo que debía tomar para volver a casa (como esa noche era un quilombo viajar y tuve que tomar el 100, pero esa es otra historia).
Dos días después la vi de nuevo. No, ya no me sorprendí como la primera vez, pero la recontra disfruté. ¡Cómo quisiera volver al pasado para verla y deslumbrarme como al principio!

Al ver The Dark Knight uno piensa: “El mundo puede irse a la mismísima mierda, pero, al final, vale la pena hacer las cosas bien, aunque eso signifique que seamos pocos y que se pierdan muchas cosas en el camino. Sí, a pesar de todo vale la pena”. Algo como lo que decía Morgan Freeman al final de Pecados capitales.
Y eso se aplica perfectamente al clima de Pre-Apocalipsis actual.

Un poquitín entusiasta esta nota, ¿verdad? Desde ya pido perdón por error ortográficos y otros deslices.

Los dejo con dos fotos de aquel histórico 20 de julio.


Sala 5, donde vimos esa maravilla. La saqué antes de que un encargado me dijera que no podía hacerlo.

Darío Díaz, un tipazo.

martes, 22 de julio de 2008

¡Eh, rata!

La otra vez subí una imagen del "nuevo número" de la revista La Cosa. En realidad, era el de agosto. La Cosa de julio es la que figura aquí abajo.


Dicho sea de paso, ya vi dos veces a la de Batman. Prometo escribir más en detalle al respecto.

lunes, 21 de julio de 2008

Vi Batman: el caballero de la noche. ¡Una de las mejores películas que vi en mi vida! Voy a verla más veces.
En breve, más detalles.

sábado, 19 de julio de 2008

La Cosa: nuevo número


Disponible en los kioscos de revistas.

jueves, 17 de julio de 2008

¿Por qué casi todas las copias de Batman: el caballero de la noche están habladas en castellano? Puta madre...

martes, 15 de julio de 2008

¡Sólo faltan horas para verla!


Mientras, breves comentarios de lo que vi hace poco.

El fin de los tiempos
Si bien su estilo de filmación más minimalista y menos rimbombante es genial, si bien pienso que El protegido es una gran película, estoy más cercano al grupo que considera un ladrón a M. Night Shyamalan.
El argumento del El fin... era prometedor, lo admito. Lástima que en la película haya comicidad involuntaria (y otros chistes poco logrados) y que buenísimos actores como Mark Walhberg no transmiten nada, sobre todo porque sus personajes no están muy bien delineados.
Eso sí: salvo una escena con leones que podía haber estado mejor hecha, los suicidios valen el precio de la entrada.

Hancock
Muy entretenida. Todavía recuerdo cuando el políticamente incorrecto superhéroe encarnado por Will Smith arroja a la ballena sobre un velero. Después el film se pone más serio, pero sigue siendo muy bueno. El actor y ahora director Peter Berg tiene un estilo copado. Todavía falta la película que lo consagre. ¿Será la nueva versión de Duna?

jueves, 10 de julio de 2008

Murió Thomas M. Disch

¿Que quién era ese tipo? Es lógico que no les suene. El estadounidense Thomas M. Disch supo ser un eterno tapado dentro de la literatura fantástica. Comenzó a publicar en los años ’60, donde integró la denominada Nueva Ola de ciencia-ficción, conformada por nombres como Philip K. Dick y Brian Aldiss. Si bien fomentó su carrera dentro de la sci-fi, no se privó de incursionar en el terror ni de escribir obras de teatro y ensayos.
Su estilo: satírico, plagado de un humor cruel, no poco pesimista. Combinando los más extraños elementos conseguía joyitas como Doctor en medicina, novela que mi mentor Marcelo di Marco me recomendó siendo yo un adolescente. “Mirá la foto en la solapa. Más que un escritor parece un motoquero”, había dicho Marcelo, riéndose.
En una época a Doctor... figuraba entre las ofertas de las librerías de la calle Corrientes. Hace años que no veo un ejemplar, pero búsquenlo. Créanme que nunca leyeron nada como eso.
También pude disfrutar de su obra en aquellas antologías de la serie Horror que publicaba la mítica Martínez Roca.
De Disch también tengo Los genocidas, su primera novela. Me dijeron que es buenísima. Pienso leerla en breve.
Tiene otros libros publicados en castellano: Campo de concentración (considerada su obra maestra), 334 (editado por la mencionada Martínez Roca), El ejecutivo, En alas de la canción y El cura.
Disch se suicidó el pasado 4 de julio –quizá por no soportar más la muerte de su pareja homosexual- y ya no podremos seguir gozando de sus creaciones.
Igual, gracias, Thomas.

Ah, les paso el link a una entrevista que le realizó un medio español. Para que lo conozcan un poco más.

www.cyberdark.net/portada.php?edi=6&cod=135

viernes, 4 de julio de 2008

La conversación

La incursión de Francis Ford Coppola en territorio argentino, donde filmó la por momentos muy problemática Tetro, benefició a muchos, y no sólo por su presencia. Otros de los grandes profesionales involucrados en el film también hicieron contacto con el público criollo.
El domingo Día del Padre, el actor-director-músico-artista-en-general-bah indie Vincent Gallo presentó dos de sus películas en el Malba, para después dar una charla y sacarse fotos con sus fans (que no son pocas).
El 28 de junio, en el microcine del Enerc, le tocó al editor y diseñador de sonido Walter Murch.
Murch es una leyenda viviente, que trabajó junto a Coppola en obras maestras como La conversación, la trilogía de El padrino y Apocalipse Now. También colaboró con George Lucas y con Anthony Minghella, además de dirigir la película Regreso a Oz y de restaurar Sed de mal, de Orson Welles, con escenas inéditas.
En casi tres horas, y siempre con la mejor onda, no tuvo problemas en hablar de su método de trabajo, de las herramientas con las que labura, ni de su filosofía profesional. Por supuesto, hubo jugosas anécdotas de su tarea junto a Francis Ford.
Si bien el acceso al microcine estuvo reservado lógicamente a profesores y alumnos de la institución, el resto pudimos seguir la charla en el hall, por medio de una pantalla de cine y parlantes. Pequeño consuelo, pero valió la pena.

Murch en la pantalla.

Gente ansiosa esperando la salida del maestro.

Aún después de terminada lacharla, Walter M. no tuvo problemas en seguir dialogando con el público.

Momento histórico: un servidor junto a la leyenda. Inolvidable.

miércoles, 2 de julio de 2008

La Cosa de junio


Aunque ya empezó un nuevo mes, todavía es posible conseguir la revista La Cosa de junio. Podrán encontrarse con notas de El super agente 86, Hulk: el hombre increíble, Wall-e y El fin de los tiempos (informe escrito por un servidor).
Ya que estamos, aprovecho para hablar brevemente sobre las primeras dos.
El super... no será brillante ni tiene chistes demasiado novedosos, pero es muy divertida. Sin imitar -por suerte- a Don Adams, Steve Carell es un excelente Maxwell Smart. Es menos idiota que el de la serie, sí, pero es difícil imaginarse ahí a otro actor que no sea el otrora virgen a los 40.
No puedo dejar de mencionar a Anne Hathaway. ¡Hermosa mujer! Lo más similar a una nueva Julia Roberts.
En cuanto a Hulk... esperaba una de acción y punto. Pero me encontré con "una de acción y punto" muy buena, que lleva la marca del director Louis Leterrier: es vibrante, jamás aburre y está repleta de guiños a la serie de los '70 (y no tanto al comic). A Edward Norton le queda estupendo el rol de Bruce Banner, lo mismo que a Tim Roth le calza genial el papel de Emile Blonsky/Abomination.
Sin embargo, la injustamente maltratada Hulk de Ang Lee me sigue pareciendo superior. Es distinta: una tragedia acerca de la mala relación entre un padre y un hijo, pero con escenas de acción. Seguramente sea de los pocos tanques más exitosos con la crítica que con el público (y no todos los críticos la alabaron). Okey, tal vez el monstruo verde se veía como un muñequito de plástico, pero, como leí en otro blog, se justificaba por el tratamiento no realista que se le había dado al film. ¿Recuerdan su estética comiquera?
El nuevo Hulk no tiene esa suerte, pero igual se la sigue bancando.
PD: ¡Qué grande Tony Stark!