lunes, 31 de diciembre de 2007

Top 10 de ‘07


Son los últimos días del año y nadie puede resistirse a hacer balances de lo que sea. Tampoco un servidor, sobre todo en materia cinematográfica. A continuación, una lista de las diez mejores películas de 2007.

1-Apocalypto
Una película subversiva, cruda, no apta para débiles, pero también sumamente entretenida. Se nota que la dirigió el gran Mel Gibson. Sin duda, la mejor del año y una de las más gloriosas en lo que va del milenio. Y quienes todavía piensan que es muy gore, fascista y carente de rigor histórico... Mátense.

2-Beowulf : la leyenda
Brutal enfoque de la (acá no tan) conocida leyenda anglosajona, de la mano de ese genio inoxidable llamado Robert Zemeckis.

3-El laberinto del fauno
Un cuento de hadas bien dark, la obra maestra del ya de por sí magnánimo Guillermo del Toro. Ahora que me doy cuenta, este año la mayoría de los grandes directores estrenaron obras que cumplieron con las expectativas, y hasta las superaron ampliamente.

4-Bourne: el ultimátum
La tercera aventura del espía desmemoriado sigue mostrando la excelente forma de Matt Damon y de ese semidios que es el director Paul Greengrass. Persecuciones, tiros, intriga internacional con estilo cinema verité.

5-The Host
La sorpresa del año llego de Corea. Un fenomenal cocktail de géneros para contar esta historia de monstruos y lazos familiares, con sátira política incluida.

6-Filmatrón
El opus mágnum de Farsa Producciones, esta productora que comenzó filmando cortos en su Haedo natal para revolucionar el cine under argentino con obras como Plaga Zombie.

7-El libro negro
Volvió Paul Verhoeven, ¡y de qué manera! Tras su exitosa incursión hollywoodense, filmó de Holanda natal este thriller de espionaje ambientado en la Segunda Guerra.

8-Hairspray
Adaptación de obra teatral de Broadway basada de un memorable film de John Waters. El resultado: mejor musical de los últimos años.

9-Edmond
Acá salió directo a DVD, pero eso fue mucho mejor que nada. Stuart Gordon dirige un guión de David Mamet, y con actores fetiche del mismo. El resultado: la mejor y más perturbadora película del culpable de Reanimator y Resonator. Larga vida a William H. Macy.

10-Zodíaco.
David Fincher sigue siendo un capo.

Tampoco hay que olvidar a películas notables como Halloween: el comienzo, Exterminio 2, la tercera parte de Piratas del Caribe, ni a obras que se dieron en festivales de cine, como Exiled, de Johnny To (en el Festival de Mar del Plata).


¡FELIZ AÑO NUEVO!

viernes, 28 de diciembre de 2007

Soy leyenda, ¿es leyenda?


En pocos días se entrenará en cines argentinos la tercera versión de la monumental novela de Richard Matheson, Soy leyenda. La historia nos muestra a Robert Neville, el último ser humano en un mundo dominado por criaturas de la noche.
Y el film no está nada mal: al creación de una Nueva York postapocalíptica es aterradora, y el estilo que eligió darle el director Francis Lawrence fue el más acertado: cámara en mano, poco uso de música instrumental, silencios. La caracterización de los vampiros/mutantes no está taaan mal. La actuación de Will Smith es exacta: un Robert Neville atormentado, idealista, y con un sentido del humor ideal para el personaje. Además, no hay chistes idiotas ni guiños simpáticos; el tono es bastante serio (ojo, algún chiste hay, pero muy bien puesto). Y, aunque hay bastante animación por computadora, los FX no se tragan la película. Duro poco más de una hora y media...
La película no está nada mal... hasta determinado momento de la película. Mejor dicho, hasta el final, que, para muchos, arruinará todo lo que venía detrás. Contarles de qué la va sería imperdonable.
Antes de verla, tres consejos:

TIREN LAS EXPECTATIVAS AL SUELO.

NO ESPEREN UNA FIDELIDAD ENFERMIZA A LA NOVELA.

Vale detenerse en este punto. La película supo capturar la esencia de la novela (incluso el momento más emotivo del libro, relacionado con el perro). Sin embargo, el guión se toma varias libertades que muchos van a mirar mal. Los más fanáticos de la ciencia-ficción seguramente la odiarán, ya que les gusta destacar cómo en la obra de Matheson se desmitifica al vampiro. Bueno, en la película eso no está muy presente. Dechecho, nunca se pronuncia la palabra “Vampiro”. Sí se mantiene el concepto más interesante: el del el único hombre combatiendo en medio de una sociedad que les es adversa.
La otra recomendación: RETÍRSE DE LA SALA DIEZ MINUTOS ANTES DEL FINAL.
Si la película cumplió o resultó una decepción, está en ustedes.

PD: en uno de los planos de Neville caminando por la ciudad muerta, puede observarse un gigantesco afiche con el logo de Batman y de Superman juntos. ¿Qué nos estarán queriendo decir los de Warner BROS.?

jueves, 27 de diciembre de 2007

Asado literario

Como todos los años desde 1999, se realizó en el Tiro Federal Argentino un nuevo asado del Taller de Corto & Corrección del enorme Marcelo di Marco. Como de costumbre, tanto los chorizos y vacíos como el ambiente estuvieron de maravilla.
A continuación, una galería de fotos que lo confirman.

Marcelo di Marco y Nomi Pedzik, con los últimos preparativos.


Algunos libros que se sortearon.


¡No se metan con Claudia Cortalezzi!


La gran Karina Sacerdote recibió un reconocimiento especial. Muy merecido, teniendo en cuenta el difícil año que le tocó pasar. De fondo, Juan Moccagatta mira.


Luis Catenazzi y Mariana Alonso hablan de futuros proyectos para Revista Axolotl.


En tanto, Miguel Sardegna empina el codo, pero bien. Detrás, Alfredo Casas.


Daniel De Leo charla con su novia. A la izquierda, Martín Di Lissio bebe algo.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Despedida del año

El sábado 22 por la noche, en la casa de mi amigo Fabio, se realizó la acostumbrada reunión para despedir el año. Concurrieron amigos del quía, más las novias de algunos de ellos. No faltaron asado, birra ni anécdotas subidas de tono. Y ni hablar cuando Fabio le dio a putaparió a los pibes.
Algunas fotos.
Fabio, dándole al puta parió.
Dani, fiel lugarteniente, vaso en mano.
Muy caballerosos, los muchachos ayudan a limpiar
a Maru, la hermana de Fabio.
Dos potencias se abrazan: Dani y Gabriel "Pala" Palanica.
Ariel Alonso, listo para la Creamfield.
Gustavo "Guti" Giordano, también.
Las novias, en la cocina.
El gran Guille le aportó experiencia al asunto.
Fabio y sus pasitos tan suyos.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Los campeones





¡Gracias, equipo, por tanta gloria!

sábado, 1 de diciembre de 2007

Pequeño gigante


Seguramente, en las próximas horas, Lanús será el campeón del torneo Apertura '07. Sin duda, una de las mayores hazañas de su historia. Pero, pase lo que pase, Lanús es la prueba de que el trabajo honesto y a largo plazo da sus frutos. Vayan mis felicitaciones al gran Ramón Cabrero y a ese equipazo que ya hizo época.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Crítica- Halloween: el comienzo


Director Rob Zombie.
Cast Malcolm McDowell, Tyler Mane, Scout Taylor Compton.
Género Asesino por naturaleza.
En síntesis Al mismo nivel que la original.
Ideal para Controlar que tu hermanito no mate animales (ni personas).


En 1978, el maestro John Carpenter dio vuelta el género de terror con un film de escaso presupuesto pero de impacto contundente. Noche de brujas contaba la historia de Michael Myers, un niño que asesinaba a su hermana justo en el día del título del film. Años más tarde, el muchacho, ya adulto, escapa del manicomio —también en Halloween—, y sale a hacer de las suyas, principalmente a su hermana menor (Jaime Lee Curtis en su debut cinematográfico). Noche... fue un exitazo que generó siete secuelas y copias infinitas. Como ya saben, a todo clásico le llega su remake (Es la tercera obra de Carpenter en ser reversionada: ya le tocó a Asalto al precinto 13, La niebla y próximamente a Fuga de Nueva York). La historia es la misma, pero con algunos cambios más frescos e interesantes. Si en la anterior había más suspenso y menos sangre, ahora tenemos escenas de una crudeza y un salvajismo que redefinen a la película como experiencia terrorífica. Es que su director es el talentoso Rob Zombie, un especialista en el cine sangre y muerte, del que supo dar cátedra con 1000 cuerpos y Violencia diabólica. Además, a diferencia de la Halloween original, esta vez podemos conocer la anormal niñez de Myers, la relación con su psiquiatra (y luego perseguidor) y el comienzo de su romance con los cuchillos. Eso sí: con el éxito de la película, no nos extrañemos que en los próximos años aparezcan las nuevas versiones de Martes 13, Pesadilla... Podrían parar un poco.

Cuatro maníes
Nota publicada en el número de noviembre de Haciendo Cine.

martes, 30 de octubre de 2007

Familia


Familia, cortito realizado por un servidor, será proyectado en la nueva edición del festival Buenos Aires Rojo Sangre, dedicado al cine de terror, ciencia-ficción y demás cosas extrañas.
Si vivien en Buenos Aires y andan cerca del Complejo Tita Merello (Suipacha 442, entre av. Corrientes y Lavalle), pueden darse una vuelta el miércoles 7 de noviembre, a las 18:00. Valdrá la pena.

martes, 23 de octubre de 2007

Fútbol fútbol fútbol




No, no tiene mucho que ver ni con el cine ni con la literatura, pero es para destacar.
Los dos mejores equipos del fútbol argentino son Boca (acá levantando una de las miles de copas que ganamos) y Lanús. Y no hay discución. El primero no anda del todo derecho, pero el segundo ya es puntero único. Aunque no salga campeón, sigue siendo un ejemplo de los logros de trabajo serio, talento y humildad. Ojalá sigan ganando hasta el final.

sábado, 6 de octubre de 2007

LoboTomía


El de la foto es Benicio del Toro caracterizado como un licántropo asesino de la remake de El Lobo Humano, aquel clásico terrorífico de una Universal, protagonizado por Lon Chaney Jr. Juzguen por ustedes mismos.

sábado, 29 de septiembre de 2007

¿Será Leyenda?


I am Legend es la tercera versión cinematográfica de Soy Leyenda, espectacular novela de Richard Matheson. La protagoniza Will Smith y dirige Francis “Constantine” Lawrence. Veremos que salió (Peor que El hombre Omega, una de las versiones anteriores, no puede ser, aunque se le parece en algunos planos).
En Estados Unidos se estrena en noviembre. En Argentina, recién para enero.
El trailer promete.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Un Halloween con Rob Zombie


¿Hacía falta una nueva versión de Noche de Brujas, una de las obras maestras de John Carpenter? Tal vez no, pero en breve se estrenará en Argentina Halloween, dirigida por el grosísimo Rob Zombie. Un servidor vio la peli, y puede asegurarles que vale la pena. Cuenta la misma historia: la de Michael Myers, un asesino serial enmascarado que hace de las suyas durante el mencionado festejo que se celebra cada 31 de octubre en Yanquilandia. La novedad está en el tratamiento. Mientras que la de Carpenter era mas sugestiva y jugaba más con el suspenso —aunque se la recuerda como un film mucho más violento—, la de Rob Z. Es más cruda, inmediata, shoqueante, y durante los primeros cuarenta minutos se concentra en la niñes de Myers y el comienzo de su afición a achurar al prójimo.
Si aun no vieron el trailer, pueden cliquear aquí abajo.

http://www.youtube.com/watch?v=xh8fzCs8yUo

lunes, 17 de septiembre de 2007

Filmatrón en el Malba


Sábado 15 de septiembre, medianoche. En la sala de cine del Museo Argentino y Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se estrena Filmatron, el más flamante opus de Farsa Producciones. Si bien ya escribí al respecto varios posteos atrás, conviene refrescar la memoria. Oriunda de Haedo, Farsa es una productora archiultramegaindependiente, que supo darnos maravillas como los largometrajes Plaga Zombie y su secuela, Zona Mutante; Nunca Asistas a Este Tipo de Fiestas, además de toneladas de videoclips para las bandas Árbol, Kapanga, Bahiano y Miranda.
Filmatrón, su película más ambiciosa, ganadora del Premio del Público en el último Bafici, narra las peripecias de un grupo de jóvenes cineastas tratando en una sociedad donde está prohibido filmar cosas extravagantes.
Falta como una hora para el comienzo de la proyección —que hace unos días debió suspenderse por el incendio de unas instalaciones del museo—, y el publico ya se agolpa en el hall. Los miembros fundadores de Farsa están allí: Pablo Pares (guionista y director de Filmatrón), Hernán Sáez, Walter “Gaita” Cornás, Sebastián “Berta” Muñíz y Paulo Soria, más el DF Diego Echave y la estupenda directora de arte Gisella Toledo Chiqui. Pululan entre el gentío, saludan, ríen. Se los ve eufóricos. Entre los futuros espectadores pueden reconocerse a figuras del under local: Axel Kustchevasky y Luis Luchessi, director y ex jefe de redacción, respectivamente, de la revista La Cosa (dicho sea de paso, en la peli hay cameos de varios de sus redactores, todos más expresivos que un cacho de pared); el periodista y guionista Sebastián “Mr. R” Rotstein, el promotor Elvis Pereyra. Tampoco faltan los actores Joaquín Furriel, Paola Krum y Julio Chávez —a quienes un servidor no imaginaba en un contexto así—, y Esteban Prol, que participa en el film.
Tras una divertida intro por parte de Berta y Soria caracterizados como presentadores gays, arranca la proyección. Para empezar, el corto Los living Dead, a cargo de César Barragou y Max Scheider. A continuación llega el trailer de la mencionada Nunca Asistas...: NUNCA MÁS Asistas a Este tipo de Fiestas. Hay sangre, muertes... Prometedor.
Y después, sí, el opus mágnum Farsesco. Luchas, persecuciones, situaciones escatológicas, la siempre hermosísima Laura Azcurra, pero, además, un claro mensaje: Filmar. Filmar sin importar los inconvenientes.
El público responde. Ríe, pone cara de asco (una chica tragándose su propio vómito no es algo muy lindo de ver), aplaude, se burla de los conocidos que aparecen como extras.
Termina la proyección. Aplausos interminables. El público sale de la sala. En el hall, todos felicitamos al equipo Farsa. Entre la multitud, y dos horas tarde, aparece Diego Curubeto. Sin duda, el Charly García de los periodistas de cine. Si se lo cruzan, jamás podrán olvidarlo.
De pronto entra un comando de chicas armadas con ametralladoras de juguete. Una de ellas lleva una torta a medio comer... ¿con forma de miembro viril masculino? Buscan a Parés, que, al igual que el resto de los presentes, rechaza una porción.
Son casi las 3 AM. Afuera, llovizna y hace frío. De todas maneras, pinta para ir a alguna fiesta. Se consideran varias opciones, hasta que el grupo decide ir a una casa en San Juan y Pichincha. Se forman varios subgrupos para ir en vehículo. Quien redacta estas líneas viaja con Chiqui y dos amigos en el auto del estupendo Sebastián Cabrera, otrora compañero en la escuela de cine y novio de Chiqui. Durante el viaje se charlaron de temas tan profundos como Bailando/Patinando por un Sueño.
(Recordar los lomos de la mayoría de esos gatos le impiden a uno vomitar).
Al llegar, una de las chicas dice saber de buena fuente que Tinelli tiene un hijo secreto con Marixa Balli (¡¿?!).
En la casa de San Juan y Pichincha se celebra esas fiestas de casa abandonada, con gente apretujándose en espacios reducidos, bebiendo cerveza de litro en vasos de plástico, música ochentosa y buena onda en general. Excelente.
Los Farsa festejan, ríen, se abrazan a sus chicas. Este humilde redactor conoció a Esteban Rojas, representante chileno de la productora, que viene de colaborar con los también trasandinos Nicolás “Promedio Rojo” López y Jorge “Sangre Eterna” Olguín.
Y es en medio de este clima tan ameno, tan victorioso (¡Ni siquiera faltó "La isla del sol", un clásico de los viajes de egresado!) , que termina esta pequeña crónica.

Filmatron será proyectada durante el resto de septiembre en el Malba, los viernes y los sábados a la medianoche.
Para conocer más de farsa, pueden meterse en http://www.farsaproducciones.com.ar/

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Cambios

Juan estaba muy disconforme con Luli, su tortuga nueva. Caparazón, cuatro patas, cola, cabeza... ¡Como cualquier tortuga!
Decidió hacer algunos cambios.
Agarró una pinza, la usó para atrapar una pierna y la cortó con el cuchillo de hoja como serrucho. Luli pegó un gritito agudo, sangró, intentó esconderse en su coraza. Juan empuñó el martillo y lo descargó sobre el caparazón. Al principio resultó difícil, pero logró abrirlo. Eso sí: el animalito murió a los pocos segundos, luego de una desagradable agonía.
No importa, se dijo Juan. Por lo menos, ahora es una tortuga distinta.

jueves, 6 de septiembre de 2007

La mejor película de acción de la historia


La mejor películas de acción de la historia. Así defino a la gloriosa Bourne: el Ultimátum, que completa la trilogía iniciada por Identidad Desconocida y La Supremacía Bourne. Peleas, tiros, persecuciones, todo contado con un estilo crudo, inmediato, realista, sin concesiones y sin boludeces argumentales. Porque John Woo es un genio, pero sus escenas de acción en cámara lenta ya hartaron desde hace rato.
¡Larga vida a Paul Greengrass y su realismo sucio!

martes, 4 de septiembre de 2007

9:14:32

Se supone que los recreos deben ser un oasis en medio de clases aburridas, tareas interminables y profesores de los que mejor no hablar.
Para mí son un castigo.
En el otro extremo del patio, cerca del kiosco, Ceci y Mateo se miran sonrientes, las manos de ambos entrelazadas. Él dice algo, ella ríe. Las carcajadas se oyen por sobre el ruido de la muchedumbre y llegan hasta donde me encuentro.
Ceci es mi amor imposible. Una muñequita blanca, de pelo rubio, ojos verdes...
¿Qué habrá visto en Mateo?
Lo sé: carisma, plata, un parecido a Tom Cruise... Pero es un estúpido que se la pasa fastidiando a otros compañeros y también a los docentes. Como si esos chistes verdes que cuenta en medio de clase valieran algo. Se burla de todos. En especial de mí: me llama “Gnomo” o “Hobbit”. O, directamente, “Pelotudo”.
Y sí, admitamos que no me parezco a Mateo.
Soy inteligente y amable, más que nada con Ceci. Sin embargo, cada vez que me le acerco, le hablo y pago el pancho que acaba de comprar, ella me dice:
—¡Salí de acá, nenito!
¿”Nenito”? ¡Si los dos tenemos quince años!
En cambio, Mateo le dice dos palabras y la tiene a sus pies.
Es injusto. Nunca lo entenderé. ¡Ceci debería estar conmigo! Yo saco excelentes notas, me porto como corresponde, nunca le falto el respeto a nadie. Leo, leo mucho. ¡Mateo ni sabe quién es Poe, o Maupassant, o H. G. Wells! Yo sé cómo aprovechar el tiempo. Pero claro: a las chicas buenas —buenas entre comillas— les gustan los chicos malos. Deben verlos como sujetos que no le temen a nada, o algo así. Tal vez las mujeres son todas unas masoquistas.
Mateo y Ceci van al kiosco. Mientras él compra dos alfajores de chocolate, saluda sonriente a pibes de otros cursos, como si fuera el verdadero Tom Cruise. ¡Y encima esos zánganos, temerosos de su influencia, le devuelven el saludo! Ceci le pasa una mano por la cintura. Mateo se gira para mirarla e intercambian un beso de lengua.
Aprieto los dientes, cierro las manos. Mi corazón late acelerado, como si se preparase para explotar. Mi cuerpo hierve; casi siento humo manar de mis poros.
¡Basta! ¡Se terminó! Pasé demasiado tiempo conteniéndome.
Ese taradito no sabe quién soy.
Nadie lo sabe, en realidad.
Miro mi reloj: las nueve y trece minutos con cuarenta y dos segundos.
Suspiro, empiezo a concentrarme.
La parejita feliz sigue a los besos, ignorando lo que sucederá.
Cierro los ojos. Imagino un gigantesco reloj de estilo victoriano, en pleno funcionamiento.
9 horas, 13 minutos, 59 segundos.
Las agujas, de un diseño tan clásico y exquisito como el resto del aparato, provocan un estruendo al moverse.
9 horas, 14 minutos, 2 segundos.
Aumento mi concentración.
Está dando resultado: las agujas se mueven con más esfuerzo.
Abro los ojos.
A mi alrededor, la acción se desarrolla en cámara lenta. Como si fuera una película y alguien hubiera decidido ralentizar la imagen. Y los pibes hablan y ríen y corren como si nada. Me recuerda a uno de esos ridículos videoclips.
Mateo y Ceci se chuponean a la misma velocidad, lo que le da un aire más romántico, cosa que abomino.
Concentrate, concentrate...
9 horas, 14 minutos, 16 segundos...
Los movimientos de las agujas se hacen más débiles.
9 horas, 14 minutos, 18 segundos...
Primero se detiene la aguja pequeña, luego la grande, y, a lo último, la finita.
9 horas, 14 minutos, 32 segundos.
Ahora, los alumnos, estatuas de carne y piel.
Perfecto. Cada vez me sale mejor.
Me dirijo a la parejita feliz. En el camino empujo al bravucón de Raúl Ochoa, que cae sobre las baldosas provocando un ruido que resuena en un eco. Mis pasos generan el mismo efecto. Me encanta.
Me detengo junto a Mateo y a Ceci. Ambos habían quedado abrazados y a los besos.
—¿Quién te creés que sos, eh? —le digo al imbécil—. ¿Tom Cruise? ¿O algún otro malnacido con la sonrisa dibujada? ¡Vamos, respondeme! ¿Qué te pasa? ¿Te quedaste mudo?
Cierro fuerte un puño y le doy dos, tres, cinco golpes en la espalda. Se tambalea un poco. Mis nudillos quedan hechos un desastre. Pero no importa. En momentos como los de ahora doy gracias por haber nacido con cierta... capacidad especial.
—Ya vengo —le digo a Mateo—. No te vayas a ir, eh.
Enfilo a mi aula.
Junto a la puerta, los ahora rígidos Becerra, Schenone y Alejandro Martínez me impiden el paso. Empujo a los primeros dos para poder entrar. Voy a mi pupitre, abro mi mochila y saco el cuchillo de carnicero.
—Hoy vas a debutar.
Vuelvo con los patéticos tortolitos. Separo a Mateo de Ceci.
—Así que querés seguir apoderándote de la chica que amo, ¿no?
Lo apuñalo. Muchas veces lo apuñalo. En el estómago, en los brazos, en esa cara de galancito. Como supuse, la sangre no mana; recién comenzará a hacerlo cuando el tiempo vuelva al ritmo de siempre. Pero los tajos quedan muy simpáticos.
—Idiota —y culmino con un formidable corte en la garganta.
Noto que Ceci todavía conserva la posición del abrazo y los labios como si siguiera besando al cretino de su novio.
La odio. Comprendo que, aunque a Mateo le caiga un meteorito en la cabeza, seguirá detestándome.
La acuchillo en la cara y en los pechos, que son bastante abultados. Le subo la pollera del uniforme y la apuñalo varias veces ahí abajo, en esa zona.
—Te lo merecés.
De pronto mi mirada se topa con la de Ricky Ocampo, fiel lugarteniente de Mateo a la hora de molestar al prójimo. Ahora ríen frente a tres individuos que conozco de vista y también gustan de fastidiar.
No dudo en acuchillar a esos matones también, como tampoco al grupo de chicas cerca del mástil, ni a los dos afeminados de segundo año, ni a los de primero que juegan —mejor dicho, jugaban— al fútbol con una lata de Coca-Cola vacía...
Me canso. Respiro hondo. El brazo me duele de tanto moverlo.
Noto que ataqué a más de la mitad de la escuela. El frenesí me había llevado a más de lo que tenía en mente. Son cosas que pasan.
Voy al piso de arriba y me quedo en uno de los balcones que me dan una vista de todo el patio. Me focalizo en los tortolitos.
Antes de concentrarme en regresar el tiempo a la normalidad y presenciar un prometedor reguero de sangre cortesía de unos cincuenta educandos, me quedo viendo un pajarito suspendido en pleno vuelo. La lombriz que lleva en el pico permanece igual de inmóvil.
Debería usar mis poderes para cosas buenas, pienso. Mmm... Mejor no.
Me concentro de nuevo. Visualizo el fino reloj. Las agujas, en el mismo lugar que la última vez.
9 horas, 14 minutos, 32 segundos.
El entusiasmo por ver sangre entorpece la operación, pero me concentro más fuertemente.
Vamos, vamos, vamos...
Nada de nada.
Vamos, mierda...
¿Qué está pasando, eh? No sería nada lindo quedarme atrapado justo acá y ahora, con estos cadáveres petrificados.
Vamos, concentrate bien, vamooos...

miércoles, 29 de agosto de 2007

Jugando a la familia


Sin hermanitos ni amigas con quienes jugar, a Sol la vida le resultaba bastante aburrida y triste. En la Sala Verde no se llevaba bien con nadie. Eleonora, la vieja que la cuidaba, no le permitía salir a la calle ni ver televisión, y siempre la obligaba de mal modo a hacer la tarea. En cuanto a papá y mamá, nada de diversión: lo único que querían hacer no bien regresaban del trabajo era comer algo y dormir. Y cuando tenían tiempo la ponían a jugar con cosas feas, como las damas, o le compraban horribles muñecas que parecían monstruos. ¡Todo tan deprimente!
Pero cuando se enteró de que el tío Willy vendría al asado del domingo, Sol se puso a cantar y a bailar por toda la casa.
A diferencia de los demás, el tío Willy parecía tener tiempo para todo. Se la pasaba contando chistes y haciendo voces de animales, cosas que Sol disfrutaba. Con el tío Willy podía jugar a la mancha, a la escondida. La llevaba a pasear, corrían carreras por el patio.
Y también jugaban con las hermosas muñecas y ositos de peluche que él le traía. "Mi hijita postiza", solía decirle el tío. Sol no sabía lo que eso significaba, pero pensó que, viniendo del tío Willy, debía ser algo buenísimo.
Sí, el tío Willy era genial. ¡Y vendría de visita!


Por fin llegó el domingo.
La casa comenzó a llenarse de parientes, uno más aburrido que el otro. ¡Pero de repente apareció el tío Willy cargando un enorme paquete rosa!
—¡Tío!
Sol se lo arrebató, y al deshacer el envoltorio no pudo creerlo: ¡el precioso bebote que tanto ansiaba y que el malo de papá no quería comprarle!
—¿Te gusta? Viene con cuna y todo.
—Me encanta, tío Willy. Le voy a poner… Luli le voy a poner. Luli, eso.
—¿Luli? Bonito nombre.
—Vayamos a jugar con él.
—Por supuesto —vieron que todos se sentaban a la mesa—. Me parece que el asado ya está, así que dejémoslo para después de comer, ¿sí? Después de comer jugamos a todo lo que quieras.
Contenta, Sol abrazó al tío Willy y, tal como le había enseñado mamá, agradeció el regalo.
El asado y las ensaladas eran abundantes, pero, como ocurría a menudo, nadie pudo comer bien: no dejaban de reírse de los chistes y las historias del tío Willy.
—¡Qué maestro, che! —le dijo el tío Osvaldo.
—¡Vos sí que sos un loco, Willy! —dijo el abuelo José.
Sol no comprendía aquellos chistes, tan diferentes de los que le contaba solamente a ella. Fue hasta el asiento del tío Willy.
—Juguemos a la escondida, tío.
Sol vio que el resto de la familia la miraba, enternecida.
—Acá adentro, no —dijo papá, terminante.
—Afuera hace frío —dijo el tío Willy—, y recién terminamos de comer.
Aun cuando le decía que no a alguna cosa, el tío Willy seguía siendo muy simpático y bueno.
—Podrían ir a jugar con la muñeca nueva —propuso mamá.
—¡Claro! —dijo el tío Alberto—. A la familia jueguen.
La madre sonrió:
—Es lo que jugábamos nosotros cuando éramos chicos, ¿te acordás?
—¡Qué buena idea! —dijo Sol, contenta. Ella también jugaba a la familia, y bastante seguido. Disfrutaba siendo una mamá buena y cariñosa.
Agarrados de la mano, Sol y el tío Willy fueron al piso de arriba. Los demás se habían puesto a charlar en voz muy alta. Por suerte, cuando entraron a la habitación de la niña y cerraron la puerta, ya no se sintió mucho.
—Me encanta tu cuarto —dijo el tío Willy, mirando a todas partes—. Siempre tan prolijo.
A Sol le gustó el elogio: aquella mañana se había encargado de hacer la cama ella solita; incluso había limpiado el piso y los muebles. El tío no debía ver nada sucio.
El tío se agachó juntó a Luli, que dormía en la cuna.
—Estaba cansado por el viaje —dijo Sol—. Ya se está por despertar.
—¿Empezamos a jugar? —el tío Willy agarró a Luli.
—Sí. Yo soy la mamá, vos el papá y Luli nuestra hijita, ¿dale?
—Perfecto.
Sol fue hasta el baúl de los chiches y sacó un juego de tazas y platos que el tío le había regalado en la visita anterior, y preparó el desayuno. Al tío le gustó, como siempre, y también a Luli. Después vieron tele, cruzaron la calle, pasearon por el zoológico de Disneylandia... y volvieron a casa, listos para dormir.
Mientras Sol acunaba a Luli, el tío Willy dijo:
—Ya que somos padres, pensaba...
—¿Sí?
—Pensaba que podríamos hacer lo que hacen todos los papis, Sol.
—No te entiendo.
—Los papis de verdad hacen cosas que a vos no te dejan ver, pero que son muy interesantes. Podríamos hacerlas, ¿te parece?
Sol seguía sin entender.
—No, no entiendo —dijo—. ¿Qué hacen los papis?
El tío cerró la puerta con llave.
—Los papis hacen… —le dijo, al tiempo que se arrodillaba junto a ella—. Hacen cosas como esta —y la besó.
Sol se quedó desconcertada. Siempre le daban besos en la mejilla, nunca en la boca.
Como tenía por costumbre, el tío comenzó a acariciarle el pelo. Y después hizo algo distinto: la mano bajó al brazo, siguió por la cintura. Y llegó a la cola, que apretó fuertemente.
Sol recordó que mamá y papá sí se besaban en los labios y se tocaban el cuerpo, y volvió a sonreír. El tío Willy tenía razón: estaban haciendo algo que hacían todos los papis.
El tío comenzó a bajarse el cierre del pantalón. De la bragueta abierta sacó algo llamativo, como un gusano rojo y feo que se volvía cada vez más gordo.
A Sol le causó mucha gracia, y más cuando el tío apretó al gusano y comenzó a sacudirlo. ¿Papá también tendría uno de esos? ¿Haría papá lo mismo?
—Vení.
Sol no se atrevía. Aquella cosita era cómica, pero le daba miedo tenerla tan cerca.
—Vení. Acercate.
Un terrible chorro salió del gusanito y le empapó el buzo y la alfombra del piso. Descubrió que también había alcanzado a Luli: toda la carita estaba enchastrada de un líquido blanco, como una leche pegajosa.
—La manchaste, tío —Sol empezó a limpiarla con la manga de su buzo.
—Podrías —dijo el tío cariñosamente—, podrías limpiarla con la lengua.
Sol puso cara de asco.
—¿Con la lengua?
—Con la lengua.
—¿Esto también hacen los papis? Papá y mamá, no.
—Lo hacen todo el tiempo.
Sol obedeció. Probó con la punta de la lengua y puso cara de asco.
—No me gusta —miró al tío Willy.
—¿Qué pasa? ¿Ya no te gusta jugar conmigo?
—Me encanta jugar con vos.
—¿Y entonces, Sol? Vamos, lamelo como un gatito.
Sol sonrió y se acercó otra vez a la cara de la muñeca. Al principio tuvo arcadas, pero luego se acostumbró.
—Eso. Ahora acostate en la cama.
Sol hizo caso.
—Boca abajo acostate.
El juego se hacía cada vez más extraño, pero Sol no podía dejarlo. ¿En dónde había aprendido el tío aquellas cosas?
—¿Y ahora qué, tío?
Sintió que le sacaba los pantaloncitos, le acariciaba la cola.
—Tío...
Oyó que se subía a la cama, justo sobre ella.
—Tío Willy...
—Los papis siempre se acuestan juntos —dijo—, ¿te acordás?


—¡Sol! ¡Willy! ¡Bajen, que se están perdiendo el postre!
—¡Ahora bajamos! —contestó el tío.
Sol sintió que el tío se bajaba de la cama.
—Yo nunca te pido nada —dijo el tío Willy mientras se subía los pantalones—. Pero esta vez voy a pedirte algo.
Sol trató de pararse, pero le dolía. El tío la ayudó a ponerse el pantalón.
— De esta parte del juego no hables con nadie. ¿Está bien?
—Está bien. —Juralo, como te enseñó tu papá.
—Lo juro.
Bajaron al comedor, donde todos charlaban. Había helado de chocolate y frutilla.
—¿Jugaron mucho? —preguntó mamá.
—No divertimos como locos —dijo el tío, sonriente.
—¿Cómo sos, eh? —Mamá rió—. La consentís demasiado, Willy.
—No me molesta para nada.
De repente mamá puso cara de preocupación.
—¿Estuviste llorando, Sol?
—En un momento se cayó y lloró un poco —el tío miró a Sol y le acarició el pelo—. Pero la abracé y se tranquilizó. Es una divina.
Se sentaron a la mesa. Sol no tenía demasiada hambre, pero vio que el tío comía a lo bestia.
 Le gustaba verlo tan feliz.

miércoles, 22 de agosto de 2007

El club de los excesos


Tras varios años esperando, por fin se estrena oficialmente (en DVD, al menos) Spun, la salvaje ópera prima del no menos controversial Jonas Akerlund. Y ya que estamos, hacemos un repaso de otros films con sexo, drogas, rock ‘n’ roll y no future.

X Matías Orta


Según la mayoría de las películas, los programas de televisión y las publicidades, el mundo es un lugar colorido, con gente brillante y feliz. Pero miramos a nuestro alrededor, y todo es muy diferente: peligro, apatía, soledad, adicciones. Los políticos no nos dan seguridad, y eso se refleja en las calles. Por suerte, siempre hay films dispuestos a mostrar la realidad tal cómo es. Como la impresionante Spun, película de 2002 que acaba de editar Blockbuster, en su primer lanzamiento directo a dvd (Antes sólo pudo verse acá en el Festival de Mar del Plata ’03 y en algún que otro ciclo de cine under).
En Spun, Ross (Jason Schwartzman), un muchacho adicto al speed, se convierte en mano derecha de El Cocinero (Mickey “Nací para este papel” Rourke), un narcotraficante bastante pesado, a fin de poder continuar con sus vicios. En el medio, una galería de extravagantes personajes envueltos en un mundo de drogas, sexo duro y situaciones extrañas en general. Para que se den una idea, la peli entró en el libro Guinness de los records por tener 5.435 cortes de edición. El talentoso director sueco Jonas Akerlund es un especialista en la controversia, ya que los cientos de videoclips de su autoría muestran escenas de reviente o tipos con mala conducta. ¿Quién no recuerda “Whisky in a jar”, de Metallica, con aquella fiesta loca, o el impresionante “Smack my bitch up”, de Prodigy? El resto del elenco no es para menos: Brittany Murphy, John Leguizamo, Mena Suvari, Patrick Fugit (el joven periodista de Casi famosos), además de cameos de Debbie Harry, Rob Halford, Ron Jeremy y Billy Corgan (también responsable de la banda sonora).
Spun pertenece a la tradición de obras como Trainspotting y Réquiem para un sueño: posee un estilo visual muy fuerte, y un guión a veces cómico, a veces dramático, aunque se acerca más a la de Aronofsky por su dureza y por la no-salvación de los personajes (Ya que hablamos de Réquiem... acá en la sección de DVD, no se pierdan la cajita de esta joya; viene con extras muy jugosos). Los momentos alucinógenos pueden llegar a emparentarla con Pánico y locura en Las Vegas, la demente gema de Terry Guilliam, con Johnny Depp y Benicio del Toro pasadísimos en medio de lagartos humanos y otras yerbas (mejor dicho, hierbas).
Sin duda, los maestros indiscutidos a la hora de mostrar una juventud carente de rumbo y envuelta en sustancias prohibidas son Gus Van Sant y Larry Clark. Gus nos dio clásicos de culto como Marginados y Mi mundo privado, con la inolvidable actuación de River Phoenix; ejemplos de una generación sin american dream, sin nada más que unas líneas de cocaína. Pasando a Larry Clark, sabe mostrarnos el universo de los adolescentes con una estética cruda, urgente, tan real que shockea. Basta con ver Kids, su ópera prima, con sus muchachitos amorales, ladrones, racistas, que se la pasan teniendo sexo sin protegerse, a riesgo de contagiarse de SIDA. Tanto Kids como el resto de la filmografía de Clark y las películas mencionadas al comienzo de esta nota, acá no se trata de glorificar ningún comportamiento ni el uso de drogas; sólo se muestra las cosas como son. Después, que el público tome partido.

Esta reseña pertenece al N°73 de la revista Haciendo Cine http://www.haciendocine.com.ar/. Comprala en los kioskos, o suscribite en la página web!




jueves, 9 de agosto de 2007

El libro negro



Director Paul Verhoeven.
Cast Carice van Houten, Sebastian Koch, Thom Hoffman.
Género Los infiltrados.
En síntesis El Sádico de Amsterdam sigue en forma.
Ideal para Revisitar (o descubrir) la obra Paul V.



Sin duda, El libro negro es uno de los acontecimientos cinematográficos del año. La película sólo es muy buena y está genialmente contada, filmada y actuada; también marca la vuelta a la dirección —y a su tierra natal— del holandés Paul Verhoeven, después de su exitoso paso por Hollywood (en donde dotó al género de ciencia-ficción de una complejidad y de un realismo poco comunes hasta el momento). Para su regreso con gloria, resucitó un viejo proyecto, basado en hechos reales acontecidos en Holanda durante la Segunda Guerra Mundial. La película nos cuenta el viaje de Rachel (Carice van Houten, clon de Cate Blanchett que ahora está filmando con Tom Cruise), una cantante judía que, tras sobrevivir a un atentado, trabaja para la Resistencia. Con otra identidad y a fuerza de seducción, logrará infiltrarse en el entorno de los nazis, a fin de poder salvar la vida de miles de judíos.
Las inquietudes principales de Verhoeven —que retoma la colaboración con el guionista Gerard Soeteman, fetiche de las primeras épocas— permanecen intactas. Por un lado, la Segunda Guerra, que el director vivió de niño; jugaba en medio de calles atestadas de escombros y cadáveres. Ya filmó sobre el tema en la gran El soldado de Orange, en el largometraje para TV Voorbij, Voorbij, y satirizó la propaganda nazi en la subvalorada Invasión.
Además, tenemos a la mujer de armas tomar, capaz de lograr sus objetivos, sin importar lo turbulento que sea el entorno, como sucedía en Wat zien ik? (ópera prima de PV), Keetje Tippel, Bajos instintos y Showgirls. “Me gusta ver mujeres fuertes, tan fuertes como los hombres, tan inteligente como los hombres y tan ingeniosas como los hombres”, dijo una vez. Al mismo tiempo, muestra que los personajes “buenos” son capaces de actos tan atroces e impredecibles, que no los separa tanto del enemigo (remember RocoCop y la mencionada Invasión).
En El libro... tampoco están ausentes las principales obsesiones del director: carne y sangre. Verhoeven nunca tiene empacho en mostrar escenas de sexo y de violencia con la mayor crudeza y sinceridad posible, lo que siempre le valió severas críticas. Muchos lo tildaron de fascista, de misógino, de un depravado que se regodea en las secuencias gore (justo de lo que hoy en día acusan a Mel Gibson). Sin embargo, al igual que Mel, Paul V. siempre pone las ejecuciones, los actos sexuales o las escenas escatológicas al servicio de la historia, y hasta consigue planos de tremendo simbolismo, como aquel en el Rachel, en prisión, es empapada de desperdicios humanos. Porque a Verhoeven le interesa el realismo: “Prefiero mostrar las cosas en lugar de representarlas parcialmente o insinuarlas”.
En definitiva, un film a la altura de lo mejor del director. Si bien ya es una persona mayor (fue operado del corazón) esperemos que pueda concretar sus próximos proyectos para poder seguir disfrutando de más películas de uno de los cineastas más talentosos, imaginativos y valientes.

Cuatro maníes


Matías Orta


Esta reseña pertenece al N°73 de la revista Haciendo Cine http://www.haciendocine.com.ar/. Comprala en los kioskos, o suscribite en la página web!

Doméstico: un superhéroe como vos y como yo

Al hablar de historietas de superhéroes, muchos suelen pensar en Superman o Batman o en tantos otros íconos culturales. Pero también hay otra clase de superhéroes, más parecidos a cualquier mortal. Superhéroes que, si bien no combaten contra temibles y extravagantes archivillanos, deben enfrentar situaciones indeseables.
Tomemos el caso de Doméstico, el comic de Sebastián De Caro (guión) y Diego Greco (ilustración), editado por Domus Editora.



Mariano Peladino es un romántico (romántico en el sentido más alemán del término), un soñador de esos que parecen haber nacido en la época y en el lugar incorrectos. No pasa por el mejor momento de su vida. De todas maneras, decide jugarse entero: sale en busca de Lara, su gran amor de la Facultad. Lara es definida como “una mezcla de Alyssa Milano, Amparo Larrañaga y Stephanie Zymbalist y una cuarta mujer de un comercial de Coca-Cola”. Para frente a la adversidad y lograr el tan preciado objetivo, Mariano adopta una doble identidad. Se convierte en Doméstico, un superhéroe vestido de verde y provisto de una confianza arrolladora. ¿Logrará quedarse con Lara?
Doméstico no recurre a situaciones inverosímiles ni poderes especiales, pero respeta los códigos de las historietas superheroicas, aunque con una vuelta de tuerca y un sabor criollo. Si bien hay momentos de comedia y elementos bizarros, en el fondo la historia es bastante agridulce. Quien estuvo muy enamorado alguna vez no podrá no identificarse con Mariano/Doméstico, por más que a veces recurra a acciones para nada benignas para cumplir con su meta.
De Caro es director de cine, y de ahí surge la potencia cinematográfica de la obra, que se complementa perfectamente con el dibujo de Greco.
¿Llegarán más aventuras (o desventuras) de Doméstico? Es una buena pregunta, pero esperemos que así sea.

Para más datos pueden chuequear la página de Domus Editora: http://www.domuseditora.com.ar/


Matías Orta

viernes, 1 de junio de 2007

Michifus en Uncipar

Vuelvo a Michifus. Esta vez quiero postear un links que le mandé a mis amigos tras el éxito del corto en Uncipar, el festival de cortos con sede en Villa Gesell, en la Semana Santa de 2005.

"Qué tal, gente. Esta Semana Santa estuve en Villa Gesell. Mi idea consistía en descansar un poco (durante el verano no salí a ninguna parte) y, en una de esas, concurrir algunos días al festival de cortometrajes Uncipar, que se hace todos los años en esa ciudad de la costa. Cuando llego al lugar donde se lleva a cabo el evento, me fijo en una planilla donde figuran los cortos que se proyectarían fuera de competencia, en la sección Pantalla Abierta.
Leo los títulos de los trabajos desde arriba hacia abajo... y de pronto veo MICHIFUS, de MATÍAS ORTA.
Casi un mes antes, di con las bases para Uncipar 2005 y mandé el corto antes mencionado. El recepcionista me dijo: “Si queda, te vamos a llamar una semana antes del festival”. Pero esa semana no tuve noticias. “Parece que no les gustó”, pensé. Igual fui a Villa Gesell porque ya estaba pautado que así sería, aunque mi corto no participara. Así que imagínense mi sorpresa cuando leí la planilla. ¡Ni siquiera pensé que lo iban a proyectar! De modo que voy a Pantalla Abierta, que se hizo el jueves a la medianoche y hasta muy entrada la madrugada. Me enteré que son proyecciones en donde el público puede opinar durante la emisión de los trabajos. O sea, los bardean mal aunque lo que se vea no esté tan mal.
Empieza la proyección. La sala (casi tan llena como en las funciones del día, donde pasan los cortos de la competencia oficial) se caga de la risa de todos los trabajos. El pibe encargado de la proyección pregunta si los directores estaban en la sala, pero nunca nadie respondía (debían haberse metidos debajo de las butacas).
Cuando vino el mío, oí que algunos decían: “¡Este lo vi, está muy bueno!”. Lo pasan. La copia, de lo más execrable que vi nunca.
Pero al público no le importa: enloquece con los martillazos y aplaude y vitorea. Nunca me sentía tan bien. Me pasan el micrófono para que diga unas palabras. No se me ocurre nada qué decir. Me preguntar cosas como qué me inspiró a filmar el corto y si soy medio sádico. Me río. La gente corea: “MI-CHI-FUS, MI-CHI-FUS”. Siguen proyectando otros cortos, pero a los pibes el nivel le parece tan mediocre que claman por MICHIFUS. “Poné MICHIFUS, loco”, “Aguante MICHIFUS”, “MI-CHI-FUS, MI-CHI-FUS”.
Así que casi al final de la tanda lo proyectaron nuevamente, con la misma excelente respuesta. Vuelven a pasarme el micrófono. Agradezco al público por su gran respuesta. Aplausos a morir. Camino al hotel donde estoy parando, charlo con un grupo de fanáticos de mi corto. No puedo creer que algo tan sencillo los haya impactado tanto. ¿Alguna vez se sintieron Superman? El día siguiente. Veo algunos de los cortos de la competencia y vuelvo a Pantalla Abierta. Pienso en divertirme, ya que la ansiedad de la noche anterior había pasado.
Pero desde antes de pasar el primer corto la gente clama: “¡Poné MICHIFUS”, “MICHIFUS”. Los clamores se intensifican entre el final de un trabajo y el principio del siguiente, Y a veces en medio de uno muy largo e insoportable. “Está bien”, dice el proyeccionista, “A pedido del público, MICHIFUS para el final. Porque si lo pongo ahora se van todos”. Y lo pasaron sobre el final, y a la gente volvió a fascinarle”.
En total, lo proyectaron 3 (tres) veces, cosa que no sucedió con ningún otro corto. El sábado a las madrugada, luego de la entrega de premios (ganó uno muy bueno llamado Medianeras) se lleva a cabo el clásico fogón junto al mar, en donde los participantes de los cortos proyectados (ya sean de la competencia o de la muestra paralela) se reúnen para charlar y cagarse de la risa. Descubro que mucha más gente de la imaginada había visto MICHIFUS y la había encantado. Algunos se lo cuentan a otro que nunca lo vieron pero que había oído de “ese corto que la gente pedía que lo proyectaran todo el tiempo”. No puedo sentirme más contento.
La aceptación de la gente es el mejor premio que uno puede llevarse. Mientras escribo todo esto no termino de caer. Y eso que en un principio pensé que MICHIFUS nunca sería proyectado en Uncipar.
Quería compartir esta alegría con todos ustedes.
Saludos, y que hayan tenido Felices Pascuas.

Matías

lunes, 30 de abril de 2007

Cuentos de la Abadía de Carfax

“De un tirón, algo le arrancó el brazo. Gritando, miró al Avispa con ojos desorbitados. La sangre chorreaba imparable. Formaba charcos que el barro absorbía rápido, como con sed”.
Esta cita pertenece a uno de los relatos de la antología Cuentos de la Abadía de Carfax.
¿Con qué más se pueden encontrar?
“Se revolcaban desnudos sobre la alfombra tibia, reían y copulaban junto al cadáver del marido. Y volvían a reír histéricamente, animados por los narcóticos, el alcohol y el fuego de la chimenea”.
Ahí va otra prueba:
“Se escurría rápido, todo lo rápido que puede moverse un ser reptante. Me costó comprender que aquello era un ojo, un gran globo ocular desplazándose sobre sus propios jugos y humores, como una babosa”.
Como habrán notado, LITERATURA CON LAS PELOTAS BIEN PUESTAS, EL ANTÓNIMO DE PILAS DE MIERDA COMO EL Bodrio Da Vinci.
Creada en 2005, La Abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía es un grupo de escritores dedicados la escritura de cuentos de los géneros mencionados. Uno de los integrantes es UN SERVIDOR. Nuestro propósito: publicar libros con cuentos de cada uno de los integrantes. En el primero, que es el que quiero presentarles, podrán toparse con relatos de los estilos más variados. Hay para todos los gustos: cuentos de asesinos, de criaturas sobrenaturales, de zombies, de experimentos científicos; terror psicológico, historias ultra sangrientas.
Cuentos... ya puede conseguirse en cadenas de librerías Cúspide:
http://www.cuspide.com/isbn/9872299900
...y también tienen la posibilidad de encargar el libro o descargarlo en formato pdf, que les permitirá tenerlo en vuestra compu. Muchos sabrán que, dentro de poco-en realidad, ahora mismo-, los libros serán digitales y los lectores podrán leerlos por la pantalla del monitor. Para eso deben entrar a la página de Elaleph.com:
http://www.elaleph.com
También se publicaron artículos relacionados:
Diario La opinión, de Rafaela:
http://www.laopinion-rafaela.com.ar/opinion/2007/02/13/u721302.htm
http://www.laopinion-rafaela.com.ar/opinion/2007/02/20/u722002.htm
Sitio Liter Área Fantástica:
http://www.literareafantastica.com.ar/
Revista Axolotl:
http://www.revistaaxolotl.com.ar/esp17-1.htm
Si quieren más detalles, pueden visitar la página de La Abadía de Carfax:

http//www.geocities.com/abadiacarfax/

Y ya se viene Cuentos de la Abadía de Carfax, Vol. 2
Y recuerden: si consiguen el libro y lo leen y les cabe, no dejen de recomendarlo.


martes, 24 de abril de 2007

Ninguna farsa

En 1990, un grupo de purretes fanáticos del cine y los comics fundaron su propia productora, bajo la que filmaron más de cine (¡100!) cortometrajes. Así nació Farsa producciones. Encabezada por Pablo Paréz, Hernán Saez, Sebastián “Berta” Muñiz, Walter Cornás y Paulo Soria, pronto se convirtió en una pionera del cine under local, donde los nulos presupuestos eran compensados con imaginación, ganas y mucho humor. Su primer largo, Plaga zombie, se convirtió en un éxito de culto, y hasta fue editada en DVD en España. Luego vinieron más películas (como la secuela de Plaga), más cortos, mediometrajes, y videoclips para grupos como Ataque 77, Árbol y Miranda. En el pasado Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) presentaron Filmatrón, su proyecto más ambicioso hasta la fecha. Ambientada en un futuro totalitario onda 1984, narra las peripecias de unos jóvenes que se convierten en enemigos del estado sólo por querer filmar películas de ciencia-ficción y fantasía.
Protagonizada por Cornás, Soria y Laura Azcurra, y dirigida por Paréz, conserva el estilo de la empresa, más un toque de crítica social, pero siempre incorporado a una historia de aventuras y sci-fi. No por nada se convirtió en una de las favoritas del festival. La noche de los galardones obtuvo el Premio del Público en la Selección Argentina. Merecido reconocimiento para los Farsa boy’s: tardaron cuatro años en completar la película, que rodaban durante los fines de semana y sin el apoyo financiero de ninguna entidad. Un film independiente en serio. No quiero terminar la nota sin mencionar la fiesta que organizaron en Harrods el jueves 12 de abril a medianoche. Hubo cerveza, helado, buena música (Dj: Sebastián de Caro)... ¡Y hasta los expulsados de Gran Hermano! Eso sí. No vi tantas máscaras como prometieron. Igual, ¡aguante Farsa!


Para más info, pueden meterse en http://www.farsaproducciones.com.ar/



miércoles, 11 de abril de 2007

Por la vuelta

Después de un tiempo largo, vuelvo a las andadas (si es que a alguien le importa).
A continuación, una suerte de biofilmografía.
No suelo hablar de mi vida privada, esta vez no será la excepción. Sólo haré hincapié en datos importantes.
A los quince años comencé a frecuentar el Taller de corte & corrección, el taller de escritura creativa de Marcelo di Marco. Cabe aclara que yo no sabía lo que era un taller literario. Ni siquiera sabía que existían. Descubrí al de Marcelo mediante una revista dedicada a la literatura de ciencia-ficción y terror. Lo llamé, nos entrevistamos. Nuestros gustos coincidían. Así que me convertí en uno de sus alumnos. Marcelo es un genio.
En 1997, escribí un cuento titulado “Un Nuevo Orden Mundial”, que ganó el Premio Más Allá para Estudiantes Secundarios, un concurso literario anual del Círculo
Argentino de Ciencia–ficción y Fantasía. Tres años más tarde, “Un Nuevo Orden Mundial” integró la antología Pasajeros en Arcadia, publicado por Editorial de Belgrano, y en el que di Marco reunió los mejores relatos creados en el TC&C.
También empecé a estudiar cine en el Cievyc. Ahí conocí gente piola, participé en varios cortometrajes y dirigí corto como Michifus.
En 2003 terminé una novela de terror que había iniciado en 1997: Ellos vendrán a devorarte.
Ese mismo año colaboré en El Boletín, órgano oficial del sitio de internet ELALEPH.COM. Ahí me ocupé de La claqueta la sección dedicada al cine, para la que escribió notas, cubrió festivales de cine y hasta realicé entrevistas. Más adelante, esa misma publicación pasó a llamarse Fin (www.elaleph.com/fin) , y seguí haciendo de las mías.
Ahora escribo sobre cine y libros en la publicación virtual Axolotl (www.revistaaxolotl.com.ar), y en las revistas de papel Haciendo Cine (www.haciendocine.com.ar) y La Cosa (www.lacosaonline.com).
Además, forma parte de a La Abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía (www.geocities.com/abadiacarfax) . Se trata de un movimiento literario dedicado a los géneros mencionados en la frase anterior. Ya tenemos lista la primera antología con un cuento de cada uno de los integrantes, y estamos en la segunda.

Hasta la próxima.

M.