viernes, 22 de abril de 2011

Balances del BAFICI 2011

Comparto con ustedes, estimados lectores, dos versiones del balance sobre la reciente edición del BAFICI.

Con seguridad, una versión más seria y formal aparecerá en A Sala Llena, medio para el que cubrí el evento junto a mis colegas de la página.

Pero mientras, pueden leer lo siguiente:

Versión seria

-La 13º edición del festival fue la menos interesante de los últimos años. De no ser por Torrente 4 3D y la visita de Santiago Segura (además de la proyección de Metrópolis restaurada) hubiera pasado desapercibido. Aunque siempre hay fanáticos fieles dispuestos a descubrir alguna joyita cinematográfica de secciones como Panorama y Nocturna. Pero tampoco hubo demasiadas sorpresas por allí.

-No vi tantas películas (alrededor de veinte). Lo mejor, lejos: Amateur, de Néstor Frenkel, que curiosamente no se llevó ningún premio. También destaco A Letter to Elia, Separado! y Upside Down: The Creation Records Story y Allez Raconte! No mucho más.

-Las películas nacionales siguen siendo meritorias —y hasta inspiradoras— en el sentido de que con muy pocos recursos se logran productos de calidad, más allá del gusto de cada uno. Pero también es llamativo la falta de imaginación de muchos directores. La mayoría de estas películas no sólo no tenían guión: algunas ni siquiera entraban en la categoría de Película. Ejemplo concreto: Canciones de amor, que es más bien una colección de imágenes con música de fondo (eso sí: muy buena la música). Dejo fuera de esto a Teoría de cuerdas, film experimental que funciona muy bien dentro de ese terreno de experimentación.

-El sistema se caía todo el tiempo, y por eso toda actividad que involucrara computadoras (las notebooks de Sala de Prensa, el retiro de entradas) quedaba suspendida, provocando la impaciencia de los acreditados. Sé que no era culpa de los empleados, pero deberían hacer algo al respecto para que estas cosas no vuelvan a ocurrir.

-Las entradas disponibles para prensa eran demasiado pocas, y sólo quienes llegaban primero podía conseguir para las películas más promocionadas, como el nuevo documental de Herzog. Otro punto a corregir en el futuro.

-De los cortos institucionales, el mejor fue el de Grupo Humus: imaginativo, divertido, cinematográfico. Más que un alto porcentaje de las películas que se proyectaron en el festival.

-Pude entrevistar en persona (el año pasado fue por mail) a Alberto Fuguet. Muy buena predisposición la suya.

-Lamenté mucho no haber podido entrevistar a Segura (Aunque pude sacarme una foto con él), pero hubo revancha: con mi colega Rodo Weisskirch entrevistamos a un jurado que llegó a último momento, reemplazando a no-sé-quién: Larry Gross, co-guionista de clasicazos como 48 horas y Calles de fuego, dirigidas por Walter Hill. Larry tuvo la mejor onda para responder nuestras preguntas, y hasta nos dio una genial clase de guión. Muy pronto podrán leer lo que nos dijo, por A Sala Llena.

-La fiesta de clausura se llevó a cabo en La Trastienda, en San Telmo. Un lugar espacioso (más que Samsung Studio, donde se hizo el año pasado), y el servicio de catering se extendió un poco más, aunque los canapés se agotaban enseguida.

-Fue un placer reencontrarme con gente a la que no veo a menudo: Gaby Avaltroni, Miguel Peirotti, Florencia Gasparini Rey, Sebastián Rotstein, Mercedes Benítez, Hernán Obregón, Alejandro Jovic, Hernán Panessi, Pablo Marini, Silvia Romero, Fabián Sancho, Federico Godfrid, Juan Pablo Sasiaín, July Massaccesi, Demián Aiello, Nicolás Vetromile, Clemente Cancela, Lula Calcagno, Griselda Soriano, Nicolás Sorrivas, Tetsuo Lumiere, Gustavo Leonel Mendoza. Se extrañó a Cynthia Sabat, de viaje por Nueva York.

-Ahora, a seguir con nuestras vidas.

Versión poco seria (o, mejor dicho, políticamente incorrecta)

-Tan floja fue esta edición, que esta vez ni siquiera abundaban chicas lindas, como era costumbre.

-El Abasto abre a las 10 hs, y desde antes se formaban filas de acreditados en un lado y en otro del edificio. Y cuando se abrían las puertas, era una carrera para ver quién llegaba primero para formar la única fila (bah, a veces hacían dos) para retirar entradas en el entrepiso, donde estaba ubicado el sector de Prensa. Como dijo Rodo, parecía El mundo está loco loco, aquella película de los ’60 dirigida por Stanley Kramer. Esta versión podría haberse llamado La prensa está loca loca.

-Las retrospectivas fueron de las menos interesantes en años. Entiendo que la intención de Sergio Wolf y compañía era permitirle al público argentino conocer la obra de cineastas ocultos, pero... ¿quién es Gary Burns?

-Aunque formó parte del mismo, Santiago Segura opacó violentamente al Bafici.

-Mirando la lista de invitados, leí Mads Mikkelsen. “¡Wow!”, pensé, creyendo que era el actor danés, fetiche de Susanne Bier y, sobre todo, el sádico Le Chiffre de Casino Royale. Pronto descubrí que se trataba de un programador, también con el mismo nombre y oriundo de Dinamarca. Y yo que me había ilusionado...

-La veía pasar y pensaba: “¡No puede estar tan buena!”, Sé que muchos saben de quién hablo. (Ya dije que Cynthia Sabat está en NY).

-El corto institucional de Martín Rejman demuestra que el tipo está de la cabeza.

-La función más agitada fue la de Football is God, documental danés sobre tres fanáticos de Boca. Más que público, había hinchada, que no se perdió de entonar cantitos a favor de ese equipazo que ahora no está pasando por un gran momento (está todo mal ahora).

-¿Cómo se atreven a denominar “fiesta” a un evento que dura de 23 a 1hs? Menos mal que el sábado 9 se realizó la Fiesta Amnesia, organizada por mi amigo Beto Lobosco, donde hubo un especial Madchester y tocaron bandas y proyectaron mi corto Michifus. ¡Esa sí era una fiesta!

-Muy graciosa la vez que Alfredo García, Rodo y yo perdimos de vista a Patricio Guzmán, a quien teníamos apalabrado para una entrevista. Pensamos que había salido del Atlas Santa Fe y nos pusimos a buscar enfrente, en todos lados. Alfredo zafó de que Sam Peckinpah le pidiera la cabeza pero casi lo atropellan autos y colectivos cuando cruzó en medio de la calle. Al final, Guzmán estaba en la otra entrada al ASF 1, respondiendo preguntas de una periodista. ¡Qué carrerita, eh! (Imagino que cazaron el chiste cinéfilo de más arriba).

-¿Cómo? ¿Karina Jelinek fue premiada? ¿Lo dejan a mi criterio?

-Veía a esos dos (Sí: esos dos) y me reía para mis adentros.

-¿Vieron Shelter, de la Competencia Internacional? En la habitación del adolescente protagonista, entre posters de Avril Lavigne y bandas punk, aparecía... ¡el logo de A Sala Llena! Ahora ya sabemos cuál es la página web favorita de la juventud búlgara.

-A esta edición le faltó rock ‘n’ roll, sobre todo en la fiesta de clausura. Esa noche, en La Trastienda, debí haber bebido más alcohol y bailado desnudo al ritmo de “Bizarre Love Triangle” de New Order con Jorge Telerman y Hernán Lombardi; debí haberme transado a María Abadi y vomitado en el saco de Wolf. Algo así. Para roquearla un poco.

-(Ahora es cuando me llueven puteadas) Godard me importa tres pepinos. Punto.

En un acto de autobombo descarado, quiero anunciar que la próxima historia de I Love Lucky estará ambientada en un festival de cine independiente. No, no será el Bafici... pero se parecerá un poco. La historia tendrá como invitados especiales a Gaspar Noé, Benjamin Biolay... y otro muy famoso dentro del circuito cinéfilo.

¡Estén atentos!

1 comentario:

Matías L. Marra dijo...

cual es tu problema con rejtman?
las retrospectivas estuvieron bien.. Ujica es un grande. Que no sepas quienes son es tambien parte del desafio de la retrospectiva.. Es conocer a alguien con mucha trayectoria que no tenías idea que existía.

Medio choto tu parámetro para hacer el balance del bafici. No estoy de acuerdo en casi nada