domingo, 1 de junio de 2008

Festival de cine inusual, pero del mejor

Si ustedes pensaban que el Bafici era el único festival de cine independiente hecho en Argentina, no saben cuánto se equivocan.
Entre el 22 y el 29 de mayo se realizó el IV festival de Cine Inusual de Buenos Aires. Creado por los Primordiales Silvia Romero y Fabián Sancho, el evento contó con una competencia oficial de largos y cortos argentinos, además de secciones dedicadas a recorrer films por lo general de bajo presupuesto, malditos, realizados por fuera de cualquier industria y que muy pocas salas se atreven a exhibir, y también algún clásico olvidado.

Foto de acreditación.

Puedo afirmar que el Inusual es un festival de cine de verdad independiente: Para empezar, no hubo crédito del Insituto de Cine. Silvia presentaba cada película, mientras que Fabián se hacía cargo de la proyección. Ellos mismos hacían casi todo, aunque este año contaron con la ayuda de la coordinadora técnica Vanesa Aluffi, y del cineasta y docente Fernando López.


Un cine anticonvencional

En la sala 1 del Complejo Tita Merello y en el microcine del Enerc, un público fiel pudo disfrutar de películas poco y nada conocidas en esta parte del Globo, en las que el riesgo artístico está a la orden del día.
Entre los competidores podía observarse a algunos especialistas del género como Tetsuo Lumiére, Germán Magariños, Luis Sosa Arroyo y Javier Diment. Jimmy Crispin también aportó lo suyo, pero para filmar el inquietante spot del evento.
Un servidor todavía lamenta no haber podido asistir la mayoría de las jornadas. Algunas de las promesas de joyitas que me quedaron por ver: Pola X (1999), de Leo Carax; El hombre anfibio, película rusa de comienzos de los ’60; Chastity (1969), protagonizada por Cher, y Dogs in space (1987), producción australiana con Michael Hutchance en el elenco.
Sí pude disfrutar de perlitas en las que me gustaría detenerme:

This is England (2006): Un crudísimo retrato de jóvenes ingleses skinheads a comienzos de los ’80, luego de la guerra de las Islas Malvinas (aunque ellos les dicen Facklans). Dos curiosidades: la película está dedicada a la madre de Thomas Toorgose el niño protagonista, quien murió sin poder ver el resultado final. Stephen Graham (el Tommy de Snatch-cerdos y diamantes), quien hace del líder de los cabeza rapada, ¡es de padre negro!
Dirigida por Shane Medaws, quien supo darnos otra patada con 24/7.

The notorious Betty Page (2006): Mary Harron, la correcta directora de Yo le disparé a Andy Warhol y Psicópata americano, se despachó con este muy interesante biopic sobre la controvertida modelo erótica de los ´50. En algún momento se dijo que el proyecto sería dirigido por el glorioso Martín Scorsese y protagonizado por Liv Tyler. Pero a no preocuparse: la película de Aarón se ve casi toda en un acertado blanco y negro, y de Betty Page hace Gretchen Moll. No será una estrella la chica, pero de vez en cuando aparece y no tienen problemas en mostrar. Si son fanáticos de ella, no pueden dejar de verla.

Gente entrando a la Sala 1 del Tita Merello.

Death Proof (2006): Sí, es la película dirigida por Quentin Tarantino que pertenece al doble programa Grindhouse. La historia de un doble de riesgo (Kurt Russell) aniquilando chicas en las rutas norteamericanas es muy divertida y ultra tarantinesca (es decir: mucho diálogo y toneladas de referencias a otros films). No obstante, muchos dicen que no logra superar a Planet terror, el segmento de Robert Rodríguez.

Thriller, una película cruel (1974): Siguiendo con el bueno de Quentin, a la hora de realizar su Kill Bill, tomó elementos de esta oscuridad made in Suecia, dirigida por un ex asistente de Ingmar Bergman y estelarizada por actores porno. Madeleine, una muchacha del campo queda muda tras ser abusada por un lugareño. Claro que peor le va cuando un sujeto la secuestra para volverla adicta a las drogas y prostituta. El resultado: ven-gan-za. Pese a algunos groseros errores de guión y otros detalles, sigue siendo un plato muy fuerte para los cinéfilos más valientes.

Fabián y Silvia charlan con el público tras la función de Thriller...

Shinjuku Triad Society (1995): Uno de los primeros excesos de Takashi Miike. Si lo de ustedes son los mafiosos orientales, las muertes ultraviolentas, drogas y sexo duro, entonces no pueden dejar de verla. Shinjuku fue la película sorpresa que cerró el festival.

Otras gemas inconseguibles que se proyectaron fueron Tratamiento de shock, especie de secuela de The Rocky horror picture show-orgía de horror y locura; Los ojos de la muñeca rota, dirigida por Carlos Aured, con Paul Naschy; la muy polémica Viva la muerte (1971), de Fernando Arrabal, y no podía faltar algo de Jesús Franco, en este caso, con Lust for Frankenstein (1998). Además se dio el documental sobre su carrera, Llámale Jess (2000).

Además de las proyecciones, se realizaron cursos de Introducción al Tokusatsu (cine y televisión fantásticos oriundos de Japón), dictado por el especialista Daniel Vigide Agre, y otro de Introducción al cine bizarro, a cargo del crítico y docente Alberto Farina.


Los premios

El jueves 26, pasadas las 20 hs, el Microcine del Enerc fue escenario de las premiaciones correspondientes. Entre los presentes estaba el director Fernando Spiner, tal vez el único capaz de hacer buena ciencia-ficción en Argentina, y el embajador de Corea (vale recordar que una de las secciones del festival consistió en comedias pop de ese país).

La entrega de premios.


Los premios en cuestión: chanchitos dorados (creados por Lorena Oporto).

El jurado de la Competencia de Cortometrajes Argentinos —compuesto por el redactor Leandro Álvarez, la actriz y cantante Natacha Méndez y el periodista Ricardo “Poyo” Castro— declaró desierto el premio al mejor trabajo, pero otorgó menciones, como la que recibió el talentoso Salvatore Luccerto por su demoledor 2077. En lo personal me sentí muy contento, porque con el muchacho estudiamos juntos.

Salvatore (el primero a la derecha) recibe la mención.

En cuanto a los largos, el jurado —integrado la dramaturga Mariela Asensio, el director teatral José María Muscari (ambos ausentes con aviso), el actor/músico Andrea Prodan y el periodista Amadeo Lukas— premió mayormente a Caro verde, de Ernesto Aguilar. Según contó en los agradecimientos, Ernesto filmó la película casi en solitario con su novia.

Ernesto Aguilar no puede estar más feliz.

Todos juntos para la foto final.

Finalizada la entrega, todos a beber vino y a charlar en el hall del Enerc.
El inusual es muy, muy interesante festival de cine, que no tiene la difusión que merecería. Algo que con el correr de las ediciones va a cambiar.
Ahora queda esperar hasta el año que vienen. En tanto, Romero y Sancho ya tienen en mente organizar muestras de films transgresores y otros emprendimientos para mover la obra de los realizadores que siguen apostando por un cine no comercial.
Sólo resta decir: ¡Vivan los festivales y películas independientes DE VERDAD!

Fernando López (izquierda) ofició de barman.

Organizadores y cineastas compartiendo un buen momento.

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