domingo, 24 de febrero de 2008

Viggoroso

David Cronenberg y Viggo Mortensen vestido como para un cortejo fúnebre (jeje).


Vi Promesas del este, lo nuevo del tandem Cronenberg-Mortensen. No voy a agregar nada nuevo a los miles de elogios que ya recibió la película... salvo que es un FIERRO.
En realidad, aprovecharé este post para contarles de la vez que conocí en persona al gran Viggo.
Marzo, 2007. Un día nublado, con lluvias ocasionales, comunmente conocido como Día de Mierda (al menos en el aspecto climático). En Sofitel, un pequete hotel de Retiro, se llevó a cabo una conferencia de prensa de la superproducción española Alatriste. Para presentarla vinieron a la Argentina el director Agustín Díaz Yanes, la actriz Ariadna Gil y Mr. Mortensen, estrella del asunto.
Tras uno de esos irresistibles cocteles para la prensa (yo fui en representación de Haciendo Cine), y tras una pequeña demora, empezó la conferencia. Los periodistas muy correctos al hablar y el trío visitante, muy profesional para responder. Eso sí: el más famoso hincha de San Lorenzo no disimuló sus ganas del hablar sobre el club de sus amores. "Alastriste es como el Beto Acosta: un hombre que se acostumbró a perder". "Durante la investigación del personaje, en un momento dijimos: 'la base está'".
La gente de Fox, (distribuidora de la peli), dio opciones de preguntar a dos miembros del equipo. Obviamente, casi todos querían preguntarle a Viggo. A mí me tocó hacerle una pregunta sobre las influencias de Alatriste al director. A pesar de mi insoportable malestar físico (no podía evitar toser ni sonarme la nariz), pude cumplir.
Pero lo mejor pasó al terminar la conferencia.
Los periodistas se agolparon junto a la estrella para pedirle autógrafos, sacarse fotos y preguntarle alguna cosa suelta. Hasta gente de una radio de San Lorenzo había. Yo también estuve ahí apretujado, pero tenía un plus: antes de entrar en el hotel, había comprado una tasita con la leyenda "Yo soy del ciclón" y el dibujo de un cuervo. De pronto lo tuve frente a mí, a él, a Viggo Mortensen, a Aragorn. Le di la tasa, quitó la envoltura y se quedó maravillado con el presente, tanto que me abrazó. A modo de broma, le dije: "Soy de Lanús, así que el domingo agarrensé". Ahí ya no sonrió tanto. (pero él rió último: los Cuervos ganaron 1 a 0 ahí nomás).
Lamento terriblemente no haber llevado cámara de fotos. El único recuerdo que me queda es un autógrafo y la grabación de la conferencia. No, no es poco, pero al menos una foto hubiera estado genial.
¡Volvé, Viggo! O, por lo menos, seguí haciendo obras maestras.

sábado, 16 de febrero de 2008

¡¡¡por qué por qué por qué!!!


Una de las películas que más estaba esperando ver en la pantalla grande era Across the universe, de Julie Taymor. La película está ambientada en los '60 y narra una historia de amor en medio de viajes psicodélicos, protestas contra la guerra de Vietnam y otros eventos culturales y sociales. Y, como si fuera poco, los protagonistas -entre ellos, Bono- cantan canciones de Los Beatles.
El trailer prometía un musical de la reconchisumá.
Lástima que sólo pueda disfrutárselo en DVD, ya que no pasará por los cines. Bueno, algo es algo.

Si no les suena la peli, pueden ver el trailer:

http://www.youtube.com/watch?v=bQ6d3m-GFyw

viernes, 8 de febrero de 2008

Cloverfield, el nombre de la pesadilla.


Tuvo una publicidad misteriosa, con imágenes de destrucción filmadas por una camarita hogareña. Nadia podía precisar bien qué era aquello, salvo que era un producto de J. J. Abrahams, creador de Alias y Lost.
Ahora que ya conocemos la verdad, Cloverfield-monstruo resultó una pesadilla apocalítica no apta para quienes sufren de vértigo.
La película es un vibrante matrimonio entre dos conceptos muy familiares dentro del cine fantástico: las monster movies (con Godzilla a la cabeza) y las películas hechas como filmaciones caseras, como la aterradora Alien abduction y la sobrevaloradísima El proyecto Blair Witch.
En Cloverfield, un grupo de amigos realiza una fiesta de despedida del protagonista, quien se va Japón, hasta que de pronto sismos, cortes de luz, edificios en llamas, gente gritando, la cabeza de la Estatua de la Libertad aterrizando por ahí cerca... y ese es solamente el comienzo de una angustiante e impredecible batalla por sobrevivir.
Consejo sabio: verla en cine, y sentados en las filas de más atrás. Estar muy adelante los puede dejar mareados ycon dolor de cabeza. Bueno, capaz terminen así de todas maneras.

martes, 5 de febrero de 2008

Dos impotencias se saludan

No, un servidor no viajó a Sprinfield. Este particular encuentro con Homero se dio en la puerta de un bar de San Telmo.



Lo curioso es que los extranjeros que visitaban el barrio no dejaron de sacarse fotos con el prototipo del patriarca de Mr. Simpson. ¿Triunfo del capitalismo? ¡Naaaa!