Terminó una nueva edición del Bafici. Un festival que, pese
a cuestiones de gustos, sigue siendo un espacio más que interesante. Como suele
suceder, es inevitable hacer balances. En este caso, el típico balance poco
serio de cada festival de cine, que siempre publico en este blog.
Antes, por si les interesa, mi top 5 de lo que vi:
1-Viaje a la Luna.
2-La memoria del muerto.
3-Snowtown.
4-Clip.
5-Meeting
People is Easy.
Ahora
sí, el balance. Guarda que, de a poquito, vamos derrapando:
-Fue buenísimo encontrar gente amiga trabajando en el
festival, empezando por Ceci Martínez, colega de A Sala Llena. (Ya que menciono
el sitio, pueden leer críticas y reseñas de las pelis que vi, cliqueando aquí)
-El nuevo sistema para acreditados (sacar las entradas por
Internet), nos facilitó la vida. Eso sí: esperar en las escalinatas del Abasto
hasta las 10 AM, charlar con colegas y luego correr hasta la Sala de Prensa se
había vuelto un ritual.
-Encontrarse con amigos y buenos conocidos, y conocer gente
nueva, siempre es parte del mayor encanto de todo festival.
-Por lo general, las películas que elegí ver no me
defraudaron. Sólo me fui en la mitad de dos.
-Pude hacer entrevistas buenas a gente con la mejor predisposición,
como Raúl Perrone y Guillermo Pfening.
-Espectacular la presencia de la Coca Sarli en la primera proyección de India, film de Armando Bo que se creía perdido. Y un grande Fabián Sancho por conducir la presentación.
-Espectacular la presencia de la Coca Sarli en la primera proyección de India, film de Armando Bo que se creía perdido. Y un grande Fabián Sancho por conducir la presentación.
-No tengo ningún problema con el director del festival...
pero sería bárbaro que lo dirigiera alguien con otra visión del cine. Como
Fernando Martín Peña, que estuvo en las mejores épocas.
-Amigos me contaban que siempre escuchan hablar de mí o
mencionar mi nombre en alguna fila o sala. Debo ser famoso, o algo así.
-La propaganda del Gobierno de la Ciudad es infumable. Y ese color amarillo te mata.
-Los spots, cada vez más horribles y deprimentes.
-La propaganda del Gobierno de la Ciudad es infumable. Y ese color amarillo te mata.
-Los spots, cada vez más horribles y deprimentes.
-Por primera vez, vi la película ganadora del premio
principal en la Competencia Internacional. ¡VAMOS!
-Ella sigue estando partible. Sí, ella. Pero ni me saluda.
-Y hablando de partible, una grosa Maja Milos, directora de Clip,
peli que te pone cachondo. Tendría que haber aprovechado con la mina...
-La fiesta de clausura cortó el alcohol a las 2 de la
madrugada, cuando se puso mejor. Me habrán visto llegar y dijeron “¡Cerremos
todo que apareció el Borracho de Mierda!”. Por lo menos, evité acrecentar mi
fama de Pete Doherty de los periodistas de cine (y no lo digo sólo por lo
rellenito).
-Esa misma fiesta terminó media hora después. Cortaron la
música, prendieron las luces y nos echaron como perros. ¡HIJOS DE P...!
¡Hasta el año que viene! (Si Dios quiere)
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