En 2005, mi corto Michifus
(el mismo que le da título a este blog) fue proyectado en Pantalla Abierta, la
sección más anárquica y divertida de Uncipar, festival de cortometrajes que se
realiza durante Semana Santa en Villa Gesell. Tal fue el éxito que, a pedido
del público, lo proyectaron tres veces. La historia detallada de aquello gran
momento, cliqueando aquí.
Entre el 5 y el 7 de abril, se realizó la edición 2012 de Uncipar (la
número 34). Y pese a la expectativa generada por los cortometrajes de la
competencia nacional e internacional, gran parte de la gente esperaba a Michifus. Pude concurrir, acreditado por
A Sala Llena… y llevé el corto. Además, también me permitieron mostrar Familia, mi corto de 2007 que nunca me
decidía a mandar porque no lo consideraba con la suficiente calidad para estar
en un festival (durante años, los comentarios positivos demostraron que yo me
equivocaba).
El jueves 5, después de medianoche, fue la primera Pantalla Abierta del
evento. Yo no había vuelto desde aquella vez, y me sorprendí al ver que la
sección estaba más organizada. Los presentes podíamos disponer de manitos y
patitas de cotillón, para hacer ruido, y ya había una jerga establecida: “FF”
(FlashFordward”), “2x”, “4x”, “8x”, “16x”, señal de que el corto es o se hace
largo y hay que avanzar. Además, los cantitos de “¡Pre-ten-cioso!
¡Pre-ten-cioso!”, “¡BA-FI-CI! ¡BA-FI-CI!”, para los materiales que pretendían
dar mensajes y aburrían sin piedad. Un auténtico clima de fiesta, no apto para
gente sin sentido del humor.
Pero la espero terminó y el corto tuvo su regreso triunfal. ¿A qué
punto triunfal? Aquí están los audios de las tres proyecciones de esa
madrugada.
Audio de 1ª y 2ª proyección
Audio de 3ª proyección.
(Como notarán, nunca ganaré un premio por la oratoria)
A la mañana siguiente, todos hablaban del tema, incluso los pocos que
consideraban al corto una muestra de violencia sin sentido. Pero incluso los
comentarios negativos siguen siendo buenos, ya que indican el impacto que
generan las imágenes.
Después de la medianoche del viernes 6, volvió el “¡MI-CHI-FUS!
¡MI-CHI-FUS!”. ¡Y lo proyectaron de nuevo! Pero antes le tocó a Familia, que no se quedó atrás en cuanto
a los elogios.
Audio de 4ª proyección.
Y de pronto todos hablaban también de Familia.
¿Se terminaron allí los grandes momentos? Nada que ver.
El sábado 7, minutos antes de la entrega de premios, el hall de la Casa
de la Cultura (sede de las proyecciones) recibió una visita especial: Pamela
Orta, la otrora niña del corto, quien andaba por Gesell. Los fanáticos pudieron
conocerla, saludarla y felicitarla. “Sos muy famosa”, le decían. Fue buenísimo
que Pamela pudiera estar en el escenario donde se convirtió en una suerte de
estrella de culto.
Encuentro histórico: Nico Vetromile y Pamela, la actriz.
Silvia, Fabián y Gabriel quisieron fotografiarse con Pamela.
Al parecer, aunque nunca ganó un premio material, Michifus estuvo presente en su ausencia apenas comenzaron las
premiaciones. Según los amigos Silvia Romero y Fabián Sancho, cuando el
presidente de Uncipar Ernesto Flomenbaum habló sobre los gustos
cinematográficos de cada uno, alguien de las primeras filas gritó “Michifus”.
Me ubiqué detrás y no pude oírlo, pero ya el relato me sacó una sonrisa.
Incluso en la fiesta de cierre, en Benita, no dejaban de preguntarme
por el corto del gatito y por Familia, que fue elogiado por el enorme Fernando
Spiner, director de Aballay, el hombre
sin miedo: “Está muy bueno, me divertí mucho”. ¡Toqué el cielo con las
manos!
El domingo 8 nos tocó volver, y en el micro, volvieron a reclamar a Michifus. En realidad, previa
autorización de los choferes, pasamos Familia
(muchos no lo habían visto), que fue muy festejado, pero también exigieron Michifus y se les hizo caso.
En total, fue proyectado cinco veces en cuatro días.
En total, fue proyectado cinco veces en cuatro días.
Audio de proyección en micro.
El impacto y el interés que genera en los espectadores nunca dejan de
sorprenderme. Y pensar que sólo se trata de una nena, un gato y un martillo,
jaja. Una gran alegría saber que sigue gustando y que no lo olvidan. Cuando lo
filmamos, allá por 2003, jamás imaginé que me daría tantas satisfacciones.
Quisiera agradecerle particularmente a las siguientes personas: Nicolás
Vetromile y Miguelius, los programadores de Pantalla Abierta, dos genios; Silvia Romero y
Fabián Sancho, amigos entrañables; José Luis De Lorenzo, Rodolfo Weisskirch y Tomás
Luzzani, mis colegas de A Sala Llena, por el apoyo desde Capital; Gabriel Patrono, también presente esta vez
y responsable de pasar el corto en La Nave de los Sueños, allá por 2004; Hernán
Panessi y Federico Ambrosis, por la excelente onda; Guillermo “Willy” Lemos, un
copado y un alma genuina; Demián Aiello, por la paciencia y a onda; y a todos
los que estuvieron ahí, para disfrutarlo nuevamente o para verlo por primera
vez.
¡MI-CHI-FUS!
¡MI-CHI-FUS!
1 comentario:
Grande Maestro!!! un fuerte aplauso
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