miércoles, 13 de agosto de 2008

El regreso de los eXpendientes


De niño solía ver varias series, sobre todo las relacionadas con el género fantástico. En mi adolescencia se me hizo más difícil engancharme con algún programa de ficción, algo que dura hasta hoy. Sin embargo, hubo una excepción: The X files, que el canal Fox latino tradujo como Los expedientes secretos X y Telefe como Código X.
Fue imposible no engancharse con las investigaciones de los agentes Fox Mulder (David Duchovny) y Dana Scully (Gillian Anderson). Con un tono serio y sugestivo, las historias mezclaban conspiraciones gubernamentales, invasores alienígenas, hombres misteriosos, monstruos y elementos sobrenaturales. Nuestros héroes solían moverse a través de lugares en tinieblas, iluminando los alrededores con linternas, estética muy de moda gracias a la serie y a la por entonces muy exitosa película Pecados capitales. Aunque se comportaban como profesionales, la tensión sexual entre Mulder y Scully era más que evidente. “¿Cuándo van a los bifes?”, decían los fanáticos, que por entonces eran legión en cada recoveco del mundo.
La enfermedad X hacía estragos: Stephen King escribió un capítulo, Quentin Tarantino quiso dirigir otro, y Mulder y Scully tuvieron una aparición especial en uno de los mejores episodios de Los Simpson.
Para 1997, el creciente fenómeno de la serie posibilitó la concreción de un largometraje, que vio la luz al año siguiente. Recuerdo que cuando se estrenó en este país yo estaba en Bariloche, disfrutando del viaje de egresados, así que pude verla apenas llegué y me recuperé de la resaca. ¡Qué viejo estoy! También me acuerdo que en el ’98 casi me había cosido a la cabeza una gorra de The X Files. Hasta dormía con gorra en esa época.
Los expedientes secretos X: combate el futuro, tal como se llamó el film, fue acusado de ser “un capítulo de dos horas” y no “La película”. Sigo sin estar de acuerdo: la serie siempre fue muy cinematográfica y funciona perfectamente como largo. Imposible olvidar las escenas de los ataques de ET asesino y la secuencia de la explosión del edificio y el final en la Antártida. También se hacían presentes los personajes secundarios más emblemáticos del programa: el Hombre que Fuma, el Hombre de las Uñas Bien Cortadas, más la participación de un informante interpretado por el enorme Martín Landau. Las vueltas de tuerca eran inesperadas... Ah, Mulder y Scully casi casi se dan el esperadísimo beso.
La película significó el punto más alto de la serie, que a partir de ahí comenzaría decaer. De hecho, ya en 1999 no veía más la serie. Me había enganchado con Millenium, serie desprendimiento, con Lance Henriksen como un cazador de asesinos, pero también pedí el interés en la segunda temporada. Volviendo a The X files, Duchovny se fue y llegaron nuevos personajes, pero el desgaste fue imparable: la serie se canceló en 2002.
Ahora es posible disfrutar de los viejos episodios por el canal de cable Space, a las 19 hs. Justo en estos días enganché un capítulo ambientado en un circo de freaks. Jamás lo había visto y me resultó tremendo.
Chris Carter, creador del asunto, siempre tuvo en mente realizar otra película. Inconvenientes legales con la Fox demoraron el proyecto, pero hace poquito se destrabó y hoy tenemos en los cines Los expedientes secretos X: quiero creer.


Martes 12 de agosto. Alrededor de las 20 Hs.
Darío Díaz, el mismo amigo al que invité a ver la de Batman (dicho sea de paso, la vi por cuarta vez) me invitó a una avant premiere de la película que hoy nos ocupa.
La película se proyecto en la Sala 1 del Atlas Lavalle. Sí, esa sala con pantalla gigantesca. Como nos sentamos de la mitad para adelante, tuvimos una vista espectacular. Todo pintaba genial.
Lástima que las nuevas aventuras cinematográficas de Mulder y Scully no estuvieron a la altura.
En realidad, pese a lo que puse al principio, mis expectativas no eran taaan altas. Será porque hace mucho que no veía regularmente la serie, no lo sé.
¿De qué se trata la peli? Tras hacer su vida cada uno por su lado Mulder y a Scully regresan a la acción para investigar la desaparición de una agente del FBI. La única prueba con la que cuentan: un sacerdote pedófilo con visiones de lo ocurrido. Como pasaba en la serie, Fox cree en el señor, mientras que Dana empieza por descalificarlo por sus crímenes sexuales contra niños. Pronto descubrirán que el caso de la agente desaparecida no es más que la punta del iceberg de un asunto por demás escabroso.
Si bien habían anunciado que no se recurriría a los conocidos tópicos de las conspiraciones y los alienígenas, la historia podría haber sido más interesante. Pero juzguen ustedes.¿Si hay monstruos? Hay uno espantoso en los primeros quince minutos (aparece en un cuadro enmarcado en un pasillo del FBI).
Lo que sí tiene de bueno es el reencuentro con nuestros dos viejos amigos. Aunque les pasaron los años, todavía se la bancan. Gillian Anderson sigue estando muy pero muy bien. Y es una gran actriz. Chris Carter (ahora director del film) explotó su vena dramática, que le otorga a la fría Scully más humanidad y complejidad. En determinado momento de la trama, ella también sentirá la necesidad de creer. En cuanto a David Duchovny, nunca fue el mejor actor del mundo, pero es un grande entre los grandes. ¡No te mueras nunca!
Pese a que la idea de los realizadores era hacer un largometraje no tan apegado a la serie para atraer a las nuevas generaciones, hay miles de guiños que los fans reconocen al toque. Por ejemplo, algunos negocios llevan el nombre de guionistas y directores recurrentes en el programa.
El balance no es ni muy bueno ni muy malo. Es una película correcta y punto.
Igual, Mulder y Scully, fue bueno verlos de vuelta.

2 comentarios:

Alejandro the Kitsune-san dijo...

que pena

la verdad los expedientes x marcaron epoca pero esa epoca ya termino, igualmente siempre seran un grato recuerdo

la peli? para que? algun dia quizas en dvd final

nos vemos

JUAN dijo...

La Scully siempre me dio la sensasión de que debe de tener la concha bien fria.

De esta película se podía esperar menos que para Argentina en Atletismo