
Volvió la literatura de terror, y de la buena.
Les presento la tapa de la segunda antología a cargo de La Abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía, grupo fundado en 2005.
Muy pronto, más novedades al respecto.
Si leyeron las croniquitas anteriores, habrán notado que por un tiempo no escribí más, ni siquiera para testimoniar brevemente la ceremonia de clausura ni nada de eso. Y bueh, al llegar uno debe ponerse al día. Pero volviendo a esa noche, estuvo muy buena y hubo coctail (empanadas con vino), fotos con gente famosa (Laura Azcurra, Diego Peretti, Jean Pierre Noher, Clemente Cancela... ¡Victoria Oneto!), robo de cámara a María Fernanda Callejón (un grupo de elegidos me vio por Crónica TV y por CQC), y la compañía de buenos amigos.
En definitiva, un festival que, de la mano del magnánimo José Martínez Suárez, y a pesar de varios recortes, va por el buen camino.
A continuación, algunas curiosidades, momentos u otras cosas que valen la pena destacar de aquellos días en Mar del Plata.
-A veces sí es genial conocer a tus ídolos: el mencionado José y Campanella, Pedro Mairal, la Azcurra. Además de talentosos, excelentes personas, siempre con la mejor onda. Gustavo Cova y Alexis Dos Santos tampoco se quedan atrás.
-Fue bueno reencontrarse con amigos y conocidos con los que hay una muy buena relación: Cynthia, Tetsuo Lumiere, los Inusuales Silvia Romero y Fabián Sancho, Gabriel Fresta, Ezequiel Obregón, Daniel de la Vega, Esteban Rojas de VideoFlims, la gente de Parador Retiro. Además, pude conocer mejor a Hernán Panessi, a Raúl Manrupe, a la hija de Martínez Suárez (macanudísima) y a Elizabeth, amiga de José y de Sergio.
-Por suerte, algunas máquinas de la Sala de Prensa tenían Firefox, así que pude escribir y subir las notas a la página.
-Tenemos bocha de entrevistas para desgrabar.
-La Onetto, la Callejón, Natalia Oreiro. Tan lindas en persona como en la pantalla.
-Clima loco el de Mar del Plata, pero qué lindo cuando sale el sol. Y el olor a mar cuando uno va caminando por el Centro.
-Se fortaleció la relación entre integrantes de A Sala Llena que no se conocían.
-Las salas de cine, casi siempre repletas. Buena señal.
-Estuvo buenísimo cenar asado y cochinillo, y almorzar paella. Siempre con amigos
-Una tarde estaba por entrar en el Provincial,cuando a mi lado pasa... ¡Ricardo Fort! Sí, el ahora archifamoso multimillonario, encompañía de varios chongos. Y sí, es igual al Comediante de Watchmen.
-El sábado 14 por la noche, luego de la ceremonia de cierre. Una vez en el apartamento de José, nos pusimos a ver fotos. Sergio vio una imagen de Tetsuo Lumiere, leyó el nombre y preguntó: “¿Este es el director de Hiroshima?”.
-Otra de Sergio: “¡Y no soy Sergito, soy Sergio!”.
-El camino de vuelta, en el auto de José. Al principio, al ritmo de "Be near me" de ABC y de "Digging your scene", de The Blow Monkeys. Luego no se puedo sintonizar más la radio.
-Espero poder ir a la próxima edición del festival, la 25º.
Luego de disfrutar de un delicioso asado en un lugar paquete, Gisela, José, su amiga Elisa, Sergito (y se suma Romina en el camino) y yo vamos para el boliche.
Muy piola el lugar. Predominan las chicas jóvenes y hermosas. Demasiada música dela Madonna más reciente. Pero después es peor: nos intoxicamos de reggaetón.”La vecinita tiene antojo…”, ”Yo soy tu gatita tu gatita…”. Pero nos divertimos igual. Pido un Martini Citrus que Gisela insiste en invitarme. Luego compro algo de cerveza. Todos compartimos los tragos. Pero no nos emborrachamos, ya que mañana hay que estar temprano en la Sala de Prensa por el tema de las entradas y la ceremonia de cierre.
Partimos a eso de las 3 AM. ¿Volveré a Sobremonte alguna otra vez?
Hola. Este pretende ser el inicio de unas breves crónicas del 24º Festival de Cine de Mar del Plata. Una versión de los hechos que no leerán en A Sala Llena.
Miércoles 11 de noviembre. Llego a Mar del Plata a eso de las 15 hs. Ando con el cerebro medio quemado por las semanas maratónicas, casi no dormí y estoy un poquito malhumorado por cuestiones personales que no vienen al caso. Pero el mar, el clima cálido, el Provincial, el festival… reverdece mi entusiasmo.
Voy con bolsos y todo hasta el Provincial. Retiro mi acreditación en el sector de los informes. En el puesto junto al de las acreditaciones veo a José Martínez Suárez hablando con un empleado. Un presidente de festival siempre muy atento y en todo.
Como en los últimos días, pienso en Hans Gruber, el villano de Duro de Matar. Tal vez sea porque Alan Rickman, el gran actor que lo interpretó, estuvo en una edición anterior del evento.
Subo a la sala de Prensa. Un espacio espacioso, mejor iluminado, con una mesa más larga y provista de màs computadoras, aunque no todas andan bien ni tienen Firefox.
Me encuentro con Silvia Romero y con Fabóan Sancho, del Festival de Cine Inusual. Me cuentan algunas novedades y recomiendan pelis como la de Lars Von Trier, que no pienso correr a verla.
Al toque aparece parte del equipo: José, Romina y Rodo (Flor ya partió para San Miguel). Voy a la mesa y pido entradas para dos funciones del día, dependiendo de si alguno de los chicos irá.
Decido quedarme un rato y escribir en una de las máquinas. Escribo la primera versión de esta crónica. Por problemas técnicos no se puede guardar. A escribir en otro lado más tarde. Grrrr! De paso subo algunas fotos a Facebook y miro en otro sector y… ¡maldito Hans Gruber, menos mal que John McClane te hacía caer!
Voy al apartamento de José. Me cambio, miro bien la grilla. Casi no había podido chequear bien nada, por problemas con los tiempos. Al rato salgo para ver en el Ambassador 3 Died Young Stayed Pretty, un documental sobre posters underground. Soporífero, aunque con momentos divertidos, al punto que Rodo se va de golpe. Varias personas lo siguen.
José y Gisela, una amiga de Cynthia (que llegó hoy) van a ver una peli al Paseo. Yo vuelvo al apartamento, no sin antes perderme un poco.
Allí está el inefable Sergito, viendo un partido entre Rosario Central y Estudiantes. Gol en contra de Verón. ¡Bravo!
Romina anota algo en una agenda y salimos y comemos algo en el camino y vamos ver la próxima peli: Alexander the Last, que proyectan junto con el corto Un día sin Chanchos. El corto, divertido (justo venía de conocer a uno de los directores, que tomaba un café con el programador Marcelo Alderete). La película, medio un plomazo.
Caminata de regreso con Romina. Calles iluminadas y con vida. Menos mal.
Llegamos. Está Cynthia, Rodo, falta Gisela… ¡NO SABÍA QUE ERÁMOS UN BATALLÓN! Está bien, hay cierto espíritu de viaje de egresados.
Ahora estoy frente a
Veremos cuándo sale la siguiente crónica.
¡Maldito Hans Gruber!