miércoles, 22 de agosto de 2007

El club de los excesos


Tras varios años esperando, por fin se estrena oficialmente (en DVD, al menos) Spun, la salvaje ópera prima del no menos controversial Jonas Akerlund. Y ya que estamos, hacemos un repaso de otros films con sexo, drogas, rock ‘n’ roll y no future.

X Matías Orta


Según la mayoría de las películas, los programas de televisión y las publicidades, el mundo es un lugar colorido, con gente brillante y feliz. Pero miramos a nuestro alrededor, y todo es muy diferente: peligro, apatía, soledad, adicciones. Los políticos no nos dan seguridad, y eso se refleja en las calles. Por suerte, siempre hay films dispuestos a mostrar la realidad tal cómo es. Como la impresionante Spun, película de 2002 que acaba de editar Blockbuster, en su primer lanzamiento directo a dvd (Antes sólo pudo verse acá en el Festival de Mar del Plata ’03 y en algún que otro ciclo de cine under).
En Spun, Ross (Jason Schwartzman), un muchacho adicto al speed, se convierte en mano derecha de El Cocinero (Mickey “Nací para este papel” Rourke), un narcotraficante bastante pesado, a fin de poder continuar con sus vicios. En el medio, una galería de extravagantes personajes envueltos en un mundo de drogas, sexo duro y situaciones extrañas en general. Para que se den una idea, la peli entró en el libro Guinness de los records por tener 5.435 cortes de edición. El talentoso director sueco Jonas Akerlund es un especialista en la controversia, ya que los cientos de videoclips de su autoría muestran escenas de reviente o tipos con mala conducta. ¿Quién no recuerda “Whisky in a jar”, de Metallica, con aquella fiesta loca, o el impresionante “Smack my bitch up”, de Prodigy? El resto del elenco no es para menos: Brittany Murphy, John Leguizamo, Mena Suvari, Patrick Fugit (el joven periodista de Casi famosos), además de cameos de Debbie Harry, Rob Halford, Ron Jeremy y Billy Corgan (también responsable de la banda sonora).
Spun pertenece a la tradición de obras como Trainspotting y Réquiem para un sueño: posee un estilo visual muy fuerte, y un guión a veces cómico, a veces dramático, aunque se acerca más a la de Aronofsky por su dureza y por la no-salvación de los personajes (Ya que hablamos de Réquiem... acá en la sección de DVD, no se pierdan la cajita de esta joya; viene con extras muy jugosos). Los momentos alucinógenos pueden llegar a emparentarla con Pánico y locura en Las Vegas, la demente gema de Terry Guilliam, con Johnny Depp y Benicio del Toro pasadísimos en medio de lagartos humanos y otras yerbas (mejor dicho, hierbas).
Sin duda, los maestros indiscutidos a la hora de mostrar una juventud carente de rumbo y envuelta en sustancias prohibidas son Gus Van Sant y Larry Clark. Gus nos dio clásicos de culto como Marginados y Mi mundo privado, con la inolvidable actuación de River Phoenix; ejemplos de una generación sin american dream, sin nada más que unas líneas de cocaína. Pasando a Larry Clark, sabe mostrarnos el universo de los adolescentes con una estética cruda, urgente, tan real que shockea. Basta con ver Kids, su ópera prima, con sus muchachitos amorales, ladrones, racistas, que se la pasan teniendo sexo sin protegerse, a riesgo de contagiarse de SIDA. Tanto Kids como el resto de la filmografía de Clark y las películas mencionadas al comienzo de esta nota, acá no se trata de glorificar ningún comportamiento ni el uso de drogas; sólo se muestra las cosas como son. Después, que el público tome partido.

Esta reseña pertenece al N°73 de la revista Haciendo Cine http://www.haciendocine.com.ar/. Comprala en los kioskos, o suscribite en la página web!




2 comentarios:

JUAN dijo...

Che, esta me gusto poco, aunque el tema de la Metanfetamina es muy intresante. Me gustaría probarla algún día.

te paso mi nuevo fono: 4958-7353, dsp arreglamos para ir a ver Filmatron

Matías Orta dijo...

Perfecto, Odiante. ¿Leíste el cuento? ¿Qué te pareció?