No, no puedo olvidarme de Batman: el caballero de la noche.
Cuando aún vivía, Heath Ledger confesó que, para componer al trastornado pero muy inteligente Guasón, tuvo en cuenta dos personajes. Por un lado, Alex, el hiperviolento protagonista de La naranja mecánica, que tan bien supo encarnar Malcolm McDowell. Por otro lado, Sid Vicious, bajista de los Sex Pistols e icono del punk rock en general. (Dato curioso: este muchacho tuvo un biopic, Sid y Nancy, y el pibe en cuestión estuvo interpretado por Gary Oldman, ahora teniente Gordon en las nuevas pelis de Batman)
Volviendo al Joker, también es posible rastrear otra fuente de inspiración. Le doy el crédito a mi amigo y colega blogger Rodolfo Weisskirch, ya que fue el primero en notarlo.
Allá por 1971 se estrenaba Harry el sucio, una genialidad hecha película y verdadero signo de esos tiempos. En su primera aventura cinematográfica, el inspector Harry Callahan (Clint Eastwood) debía enfrentarse a un asesino psicópata que mataba por diversión: Scorpio. El tipo comenzaba disparándole a inocentes desde terrazas de edificios y luego pasaba a secuestrar un bus escolar. Hasta le pegaba a los niños llorones. O sea, un pedazo de bosta humana, pero con toda la onda. En determinado comento, contrata a un negro para que le dé una golpiza y luego acusa a Harry. El colmo del desquicio. Y, para agregar un detalle subversivo, usa prendas hippies. Comete esa.
Scorpio tuvo cuerpo y alma (bueno, lo que se dice alma...) gracias al por entonces desconocido Andrew Robinson. El actor llegó a la película cuando el bueno de Clint lo vio en una obra de teatro, una adaptación de El idiota, de Fedor Dostoyevski. El director Don Siegel también se interesó en él, sobre todo por el pelo rubio y la cara de nene bueno, lo contrario a la imagen que se tiene de un monstruo. Robinson se apoderó del personaje hasta convertirlo en uno de los villanos más escalofriantes de la historia del cine. Tanto Scorpio como el Guasón funcionaban como metáforas de la locura y de la muerte, y logran perturbar a los (anti) héroes que les corresponden.
Seguro Christopher Nolan habrá tenido en cuenta a Scorpio cuando contrató a Ledger. De hecho, Batman: el caballero... sabe a los policiales de los ’70: crudos, filmados en locaciones reales, muy violentos.
Bueno, de The dark knight ya hablé demasiado. Ahora estoy tentado de colgarme escribiendo sobre Harry el sucio. ¿Sabían que Frank Sinatra rechazó el rol de Mr. Callahan? ¿Y que en un principio se iba a rodar en Seattle y no en San Francisco? ¿Y que...?
Mejor paro acá.
Hasta la próxima.
Cuando aún vivía, Heath Ledger confesó que, para componer al trastornado pero muy inteligente Guasón, tuvo en cuenta dos personajes. Por un lado, Alex, el hiperviolento protagonista de La naranja mecánica, que tan bien supo encarnar Malcolm McDowell. Por otro lado, Sid Vicious, bajista de los Sex Pistols e icono del punk rock en general. (Dato curioso: este muchacho tuvo un biopic, Sid y Nancy, y el pibe en cuestión estuvo interpretado por Gary Oldman, ahora teniente Gordon en las nuevas pelis de Batman)
Volviendo al Joker, también es posible rastrear otra fuente de inspiración. Le doy el crédito a mi amigo y colega blogger Rodolfo Weisskirch, ya que fue el primero en notarlo.
Allá por 1971 se estrenaba Harry el sucio, una genialidad hecha película y verdadero signo de esos tiempos. En su primera aventura cinematográfica, el inspector Harry Callahan (Clint Eastwood) debía enfrentarse a un asesino psicópata que mataba por diversión: Scorpio. El tipo comenzaba disparándole a inocentes desde terrazas de edificios y luego pasaba a secuestrar un bus escolar. Hasta le pegaba a los niños llorones. O sea, un pedazo de bosta humana, pero con toda la onda. En determinado comento, contrata a un negro para que le dé una golpiza y luego acusa a Harry. El colmo del desquicio. Y, para agregar un detalle subversivo, usa prendas hippies. Comete esa.
Scorpio tuvo cuerpo y alma (bueno, lo que se dice alma...) gracias al por entonces desconocido Andrew Robinson. El actor llegó a la película cuando el bueno de Clint lo vio en una obra de teatro, una adaptación de El idiota, de Fedor Dostoyevski. El director Don Siegel también se interesó en él, sobre todo por el pelo rubio y la cara de nene bueno, lo contrario a la imagen que se tiene de un monstruo. Robinson se apoderó del personaje hasta convertirlo en uno de los villanos más escalofriantes de la historia del cine. Tanto Scorpio como el Guasón funcionaban como metáforas de la locura y de la muerte, y logran perturbar a los (anti) héroes que les corresponden.
Seguro Christopher Nolan habrá tenido en cuenta a Scorpio cuando contrató a Ledger. De hecho, Batman: el caballero... sabe a los policiales de los ’70: crudos, filmados en locaciones reales, muy violentos.
Bueno, de The dark knight ya hablé demasiado. Ahora estoy tentado de colgarme escribiendo sobre Harry el sucio. ¿Sabían que Frank Sinatra rechazó el rol de Mr. Callahan? ¿Y que en un principio se iba a rodar en Seattle y no en San Francisco? ¿Y que...?
Mejor paro acá.
Hasta la próxima.
2 comentarios:
Hola.. que tal?
creo que nadie va a poder olvidarse facilmente de El caballero de la noche y de la actuación de Heath Ledger... que bronca me da cuando pienso en lo que sucedió!
gracias por promocionar el blog! ahora estoy subiendo una nueva entrada..
un abrazo! nos mantenemos en contacto.
Bye!
muy interesante la información, en todo el blog!
un gusto leerte.
saludos.
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