In-Edit Cinzano, Sábado 7

Estamos en el segundo día del festival. Al ser sábado por la tarde, hay más concurrencia a las salas de los Atlas. El tiempo sigue irregular: al principio puro sol. Después, lluvia. ¡Maldito calentamiento global!
Primera función del día, una de las más esperadas por un servidor: Caledonia dreamin’, un documento sobre la escena pop de Escocia, que se inició a fines de los 70 mediante el sello independiente PostCard Records y explotó en los ’80. A diferencia de lo que se hacía en Inglaterra, los scotish supieron imprimirle más clase y menos crudeza a su música. A lo largo de una hora pasan grupos como Orange Juice, Altered Image, Del Amitri, Hue and Cry, Deacon Blue. A un fanático le da la sensación de que olvidaron profundizar en, por ejemplo, Simple Minds y Aztec Camera, en vez de meterse tanto con Wet Wet Wet (ojo, confieso que me cae bien Wet Wet Wet, pero...). Además, faltó mencionar a bandas como Love and Money. Sin embargo, Caledonia... es imperdible como retrato de tan apasionante movida musical y de la situación de Escocia como estado independiente de Inglaterra.
Junto a este film se proyectó Edwyn Collins: home again. Collins, otrora líder de los mencionados Orange Juice, pionero del brit pop, es conocido mundialmente gracias a su hit de 1994 “A girl like you”, que integró la banda sonora de la película Empire Records. Lo cierto es que el tipo era una leyenda viviente en Gran Bretaña cuando en 2005 tuvo dos derrames cerebrales que le dejaron secuelas muy embromadas, como la dificultad para hablar, leer y escribir y la inmovilidad de un brazo. Las cámaras muestran cómo gracias a la ayuda de familiares y colegas Edwyn salió adelante y pudo volver a la música. No hay golpes bajos, pero es resulta díficil no conmoverse.
Luego viene Nina Simone: love sorceress... forever. Para quien no es un conocedor de esta cantante y pianista de origen africano, se topará con una auténtica pantera negra de la música. Tenía un carisma de la puta madre, la mina, y eso se ve en su presentación en el Festival de Jazz de Montreaux, Francia, en 1976. Cuando no emociona con temas como Little girl blue”, interactúa con el público y hasta bromea con el micrófono defectuoso que le tocó. Entre una performance y otra, Richard Bohringer trata de expresar en palabras la esencia de la gran Nina. Brillante.
Para los fans de Brit pop, Oasis: lord don’t slow me down se convierte en una de las gemas del In-Edit. Imposible no disfrutar de las ocurrencias y peleas de los hermanos Gallagher en medio de la gira mundial de su disco Don’t believe the truth. Algunas salidas de Noel recuerdan un poco a las de los Beatles, y Liam destruye verbalmente a enanos, Tom Cruise y Michael Owen. La cámara es testigo de cada acontecimiento, y en un blanco y negro que siempre le sienta bien a esta clase de obras.
The goodfather of Disco permite que conozcamos vida y obra de Mel Cheren, uno de los pilares de Wets End Records, sello pionero en lo referente a la música disco. Un viaje por los ’70 y 80’, con momentos gloriosos -¡esos ritmos pegadizos!- y no tanto: la irrupción del Sida en la vida cotidiana. Un dato no menor, ya que Cheren, homosexual declarado, se preocupó en difundir la existencia de la enfermedad y recaudó dinero para fundaciones. Un guerrero, el viejo Mel.
Con A technicolor dream nos trasladamos a la Inglaterra de los ’60. En medio de tantos cambios sociales y culturales, la movida underground se imponía gracias eventos multimedia como los happenings, donde se empezaba a notar el talento de una pequeña banda que se hacía llamar Pink Floyd, todavía liderada por Syd Barret. No faltan testimonios de quienes fueron protagonistas de tan importante movimiento, que incluía la London Free School y el club UFO. Muy divertidas las anécdotas del enorme Roger Waters.
Son duda, uno de los platos fuertes del In-Edit fue NY 77: The coolest year in hell. No pude verla, pero sí lo hizo mi amiga Florencia Gasparini Rey, a quien le pedí que escribiera unas líneas:

Excelente elección la de los programadores de In-Edit para la apertura del festival. NY 77: The coolest year in hell es un vertiginoso y psicodélico recorrido audiovisual por el año más movido de la historia de la ciudad de Nueva York: el apagón, la fiebre Disco, el nacimiento del hip hop, los antros punk, la policía corrupta, las elecciones, etc… todo esto y más en 90 minutos a puro ritmo y color. Producido por VH1 y con una estructura televisiva, aún así NY 77… es digno de ser visto en la pantalla grande, por la variedad de recursos visuales y sonoros que presenta. Un film dinámico, divertido, plagado de anécdotas que arrancaron las risas y aplausos de toda la audiencia. Atractivo e interesante no solo para los amantes de la música, sino para todo aquel que tenga ganas de conocer un poco más de la fascinante historia que cambió el rumbo no solamente de la música sino de la movida socio-cultural de Nueva York. Ideal para nostálgicos, “porque todo tiempo pasado fue mejor”. Hago extensiva la recomendación de mi amiga Cynthia Sabat: si disfrutaron de esta peli, no dejen de leer Hip Hop más que calle, del gran Gustavo Álvarez Nuñez, periodista ícono de nuestro rock.

Epa, es más elaborado que lo escrito por mí. ¿Tendré los días contados?
Es medianoche. Si bien desde el jueves se vienen llevando a cabo las Noches In-Edit Cinzano, con varios Dj sets, hoy es la fiesta de cierre en The Roxy, donde tocan VHS Orbeta, Banda de Turistas y hasta Gabriel Carámbula.
En síntesis, la primera edición criolla del In-Edit tiene un muy bien diez felicitado. Esperemos que el evento vuelva a realizarse el año que viene, y con más material del bueno.
(No habrá crónica del domingo porque fui a The Roxy, salí casi de mañana y dormí gran parte del día).
Ahora se viene el Bafici.

El público acudió a las salas.

... y también a las barras.

Acreditación.

Para terminar, la propaganda del In-Edit.