jueves, 17 de abril de 2008

Bafici de miércoles


Miércoles 16 de abril.
Humo en las calles. Mi garganta está un poco cerrada. ¿Qué estaré incubando? No puedo enfermarme. Debo resistir unos días más.
Vi una sola película, para la que ya había sacado entrada anticipada: Funny games. Mejor dicho, Funny games U. S., ya que el respetado director Michael Haneke filmó la remake yanqui de su propia obra de 1997 (que en Argentina se conoció como Horas de terror), oriunda de su Austria natal.
Estando de vacaciones, una familia de buen pasar es tomada de rehén por dos jóvenes vestidos de blanco y con un especial gusto por la tortura psicológica.
El resultado: una experiencia salvaje, impredecible, angustiante, provista de humor negro y guiños al espectador. El tema es que Haneke filmó plano por plano otra vez la misma película, sólo que ahora protagonizada por el grosísimo Tim Roth, Naomi Watts, Michael “quiero ser como el Leonardo Di Caprio pre-Titanic, y lo estoy logrando” Pitt y Brady Corbet. Si esto es bueno o malo, depende del espectador. Para quien vio la original se esperaba algo un poco distinto. Igual, se la re banca.
Debo parar un poco, aunque el festival llega a su fin.

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