No sólo supo ser un escritor que trascendió el género de ciencia-ficción a fuerza de historias tan notables como apocalípticas: también fue un visionario lúcido y un crítico implacable de nuestra sociedad.
Murió de una enfermedad que lo castigaba desde hace años, pero dejó una serie de cuentos y novelas imprescindibles, como El mundo sumergido, La sequía, El día de la Creación, El imperio del sol y Crash.
Murió de una enfermedad que lo castigaba desde hace años, pero dejó una serie de cuentos y novelas imprescindibles, como El mundo sumergido, La sequía, El día de la Creación, El imperio del sol y Crash.
Más info de Ballard aquí.
1 comentario:
A tu lista de imprescindibles añadiría "Rascacielos", cada una de sus páginas me puso la piel de gallina...
Publicar un comentario