jueves, 4 de junio de 2009

Terminator: ¿la salvación?


No la consideraba la película más esperada del año, pero me había generado expectativa.
Tenía varias cosas a su favor: el estar ambientada en el futuro, en medio de la guerra de los humanos contra las máquinas (lo de mandar el robot al pasado se estaba volviendo repetitivo); Christian Bale interpretando a John Connor, nada menos; algunas imágenes, más en común con la saga de Mad Max; la presencia de Jonathan Nolan como uno de los guionistas... Pero también puntos en contra, y de los más cruciales: seis guionistas metieron mano en el asunto (Mmmm...); el director McG venía de filmar Los Ángeles de Charlie y su secuela. Pelis divertidas, no lo voy a negar, pero muy alejadas de la mitología, más lúgubre, de Terminator.
Justamente es la dirección de McG la sorpresa de este film: mugre, ruinas, desolación. El director confesó que le dio a leer a los actores las novelas La Carretera, de Cormac McCarty --recomendable, y ya se viene la adaptación cinematográfica--, y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, en la que Ridley Scott se basó para Blade Runner. Las frenéticas escenas de acción están hechas usando bastante cámara en mano y planos secuencia en donde no se notan lo FXs. Otro cambio grande con respecto a Los Ángeles..., donde la acción era del tipo Matrix.
Año 2018. John Connor aún no es el líder absoluto de la resistencia pero forma parte de tal. Luego de sobrevivir a una misión, descubre un procedimiento capaz de desactivar a las máquinas, que responden Skynet. Pero antes de ejecutar el plan que podría terminar con la guerra debe encontrar vivo a Kyle Reese (Anton Yelchin), personaje importante en su vida y en el espacio-tiempo (si ya conocen la saga no es necesario que explique quién es). Al mismo tiempo aparece Marcus Wright (Sam Worthington), un misterioso individuo que viene del pasado y que incidirá en los acontecimientos más importantes de la película.
Por supuesto, ni Terminator: la salvación ni nada superará nunca a las dos primeras entregas, pero igual se la banca, no aburre jamás y tiene identidad propia. Bale por momentos parece tan demacrado como en El maquinista, Yelchin está muy bien en todo lo que hace y Sam Worthington cumple en su rol tan decisivo. Este australiano va camino a ser una de las estrellas de Hollywood de la década que empieza: será el protagonista de Avatar, el regreso de James Cameron a la ciencia-ficción; comparte cartel con Keira Knightley en otra película, y también hará de Perseo en la remake de Clash of the Titans que dirige Louis Leterrier.
¿Y Schwarzenegger? Bueno, ya se sabía de su no participación... pero igual está presente en su ausencia (¿?). Forma parte de una serie de muy simpáticos homenajes a Terminator y Terminator 2: el juicio final.
En Estados unidos la peli no fue un bombazo, pero ojalá alcance el éxito suficiente como para ver una segunda parte de esta anunciada nueva trilogía.

4 comentarios:

Alejandro the Kitsune-san dijo...

COMO QUE MURIO DAVID¡¡¡¡¡¡

NI ME ENTERE¡¡¡

AH LA PELICULA... LA VEO SI NO ME QUEDO OTRA MCG no me cabe ni ahi

saludos

john mcclane dijo...

Teniendo en cuenta que el director es MCG, no se le puede pedir otra cosa a la película más que resulte entretenida.

Saludos!

JUAN dijo...

Si hay una próxima, que contraten un director.

Carradine hace de malo putañero en Crank 2. Mira eso!

Falta tu obituario sobre Ballard.

Jorge - cinenovedades dijo...

Todavía no la he visto, pero siempre le tuve fe más que nada por contar en el elenco con el groso de Christian Bale. Por lo que he leído en varias críticas, la peli es bastante entretenida y tiene un despliegue de efectos visuales tremendos.
Saludos!